Por la apreciación cambiaria que logró el BCRA tras la implementación del nueva programa de política monetaria, la inflación mayorista desaceleró con fuerza en octubre.
El número publicado ayer por el Indec mostró una suba mensual de 3%, bastante mejor que el 16% que había marcado septiembre. El indicador muestra principalmente la evolución de los precios de insumos transables que utilizan las industrias para su producción y por ende suele tener una gran sensibilidad frente a la dinámica del tipo de cambio.
Así, octubre parece haber sido un mes de incipiente alivio para las industrias, el indicado por muchos analistas como el sector más golpeado por la gestión económica del Gobierno. Sin embargo, la dinámica que muestran las variaciones interanuales de los indicadores de precios del Indec todavía dan cuenta de la situación crítica: la variación en los últimos 12 meses de los precios mayoristas alcanzó el 76,6% y la de los minoristas 45,9%. Es decir, los costos e insumos subieron por encima de la capacidad de remarcar los precios finales. A eso se le suma la tasa altísima generada por la propia política monetaria, que también pesa sobre las industrias, especialmente las pymes.
Pero octubre fue en sí, al menos en principio, un mes de reversión relativa de esa dinámica. Los precios minoristas treparon 5,4% y los mayoristas 3% durante el mes pasado. Si el futuro cercano seguirá por ese sendero o no dependerá de lo que ocurra con la por ahora precoz estabilidad cambiaria. En lo que va del año la devaluación fue de 106%, el traslado a precios mayoristas fue de 71,1% y a minoristas de 39,5%.
“En conjunto, podemos decir que la inflación mayorista se encuentra desacelerándose pero todavía en niveles elevados. El pasaje a precios del tipo de cambio fue casi completo y la merma en la actividad ayudó a que no se traduzca en un incremento mayor de precios al consumidor”, afirmaron desde la consultora ACM.
El director socio de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, remarcó que la continuidad dependerá de si el BCRA logra consolidar la estabilidad cambiaria: “Si estabiliza, los precios van a ir desacelerando y el IPC más lento que los mayoristas, que tienen más transables, que trasladan mucho más rápido la depreciación del peso. Es decir que si se estabiliza el dólar, por unos meses el IPC va a ir por encima de los mayoristas y eso es lo que se vio en octubre”.
Para el economista Mariano Kestelboim no hay garantías de que el alivio cambiario sea definitivo y pone entre paréntesis lo que ocurrió con las industrias, en octubre, en materia de costos y de remarcación de sus precios finales. “Es razonable lo que pasó con los precios mayoristas por la calma cambiaria. Creo que todavía no se puede hablar de alivio, ya que desde mi punto de vista esa calma es transitoria y lo peor no llegó para el sector. La ecuación de rentabilidad sigue siendo muy mala por el alza de costos y la dificultad de pasarlo a precios por la caída del consumo. Pero además está en duda la pax cambiaria”.
Y agregó: “Por cuestiones estacionales, la segunda quincena de diciembre, enero y la primera quincena de febrero vienen con una demanda de divisas importante. Por el turismo, el cobro del aguinaldo y la remisión de utilidades que incrementa hacia fin de año. Además ese es un fenómeno que ya los inversores lo anticipan”.
Con todo, los analistas siguen previendo una nueva desaceleración en el IPC para noviembre, aunque esa proyección no se modificó demasiado por el dato publicado ayer por el Indec. Desde ACM y desde Consultora Ledesma ya preveían los sendos 2,8% y 3% que esperan respectivamente.
Fuente: BAE Negocios