La desigualdad y la pobreza se mantienen por que la mayoría de la población mundial trabaja mucho por poco o casi nada de dinero, esto no se arregla con la meritocracia. La democracia está en grave riesgo.
Por Félix Arnaldo
El 1% más rico de la población posee más del doble de riqueza que 6900 millones de personas.
Los 2.153 milmillonarios más ricos del mundo poseen una riqueza equivalente a la de 4.600 millones de personas, es decir, el 60 por ciento de la población mundial. Los 22 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que todas las mujeres de África. Estos ejemplos de riqueza extrema conviven con un enorme nivel de pobreza.
En América Latina y el Caribe, el 20 por ciento de la población concentra el 83 por ciento de la riqueza
En 2019, 66 millones de personas, es decir el 10,7 por ciento de la población vivía en extrema pobreza. La globalización profundizó la “desigualdad económica”.
Estos son sólo algunas de las cifras que se desprenden del último informe anual “Tiempo de cuidar”, que presentó Oxfam Internacional (comité Oxford contra el hambre) previo al Foro Económico Mundial de Davos realizado en enero de este año.
En Davos, Suiza, se reúne anualmente el Foro Económico Mundial al que asisten presidentes y Jefes de Estado, los principales empresarios y políticos del mundo, y algunas celebridades. El estudio toma como fuentes al Fondo Monetario Internacional (FMI), el Credit Suisse Research Institute, del Banco Mundial, y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), entre otras entidades.
El informe de Oxfam demuestra que “la mayor parte de la población mundial trabaja mucho, por poco o casi nada de dinero” .
Los principales medios del mundo difundieron los discursos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de la activista contra el cambio climático Greta Thunberg o hicieron referencia a invitados como Bill Gates, George Soros, el dueño de Uber Dara Khosrowshahi, de Facebook Mark Zuckerberg o el cantante Bono entre otros. Ninguno de ellos se hizo eco del informe de Oxfam que demuestra que “la mayor parte de la población mundial trabaja mucho, por poco o casi nada de dinero”.
Según el estudio, la enorme brecha entre ricos y pobres se debe a un “sistema económico defectuoso y sexista que valora más la riqueza de una élite privilegiada, en su mayoría hombres, que los miles de millones de horas del “trabajo de cuidados” no remunerado o mal remunerado, que llevan a cabo fundamentalmente mujeres y niñas en todo el mundo”.
El “Trabajo de cuidados” no remunerado
Así se perpetúan las desigualdades económicas y de género. El “trabajo de cuidados” no remunerado que hacen las mujeres de 15 o más años ,alcanza al menos a 10,8 billones de dólares anuales, cifra que triplica el tamaño de la industria mundial de la tecnología. Ese trabajo es imprescindible para el mantenimiento del sistema económico.
La pequeña élite con fortunas inimaginables apenas se esfuerza para incrementar exponencialmente su patrimonio, sin importar si aportan valor añadido a la sociedad.
Según estimaciones del Banco Mundial, la mitad de la población mundial vive con menos de 5,50 dólares al día, y la brecha entre ricos y pobres cada día es mayor.
“Si cada persona se sentase sobre el dinero que posee apilado en billetes de cien dólares, la mayor parte de la humanidad se sentaría en el suelo. Una persona de clase media de un país rico se sentaría a la altura de una silla. Los dos hombres más ricos del mundo estarían sentados en el espacio”.
Un ejemplo muy gráfico es que, si alguien hubiera ahorrado 10.000 dólares diarios desde que se construyeron las pirámides de Egipto, hoy tendría sólo una quinta parte del promedio de la fortuna de los cinco milmillonarios más ricos del mundo. Lo de milmillonarios no es un error, es la forma en que la ONG define a los propietarios de patrimonios tan siderales que lo de “multimillonarios” les queda muy chico.
Según el Banco Mundial, la mitad de la población mundial vive con menos de 5,50 dólares al día.
Y lo de sideral no es exageración, ya que “si cada persona se sentase sobre el dinero que posee apilado en billetes de cien dólares, la mayor parte de la humanidad se sentaría en el suelo. Una persona de clase media de un país rico se sentaría a la altura de una silla. Los dos hombres más ricos del mundo estarían sentados en el espacio”.
Un incremento de tan sólo el 0,5% adicional en el tipo del impuesto que grava la riqueza del 1% más rico de la población, en los próximos diez años permitiría revertir en parte la situación.
Fuente: Agenda Sur