Oficialismo recomienda canje sin quita y negociando plazos

La idea es llegar al 10 de diciembre de la manera más ordenada posible. Entre los temas que se están analizando se encuentran la renegociación de la deuda, tanto con acreedores privados como con el FMI, y las compras de divisas que viene impulsando el BCRA desde que se implementó el cepo hard.

Por Caetano Mohorade

En medio de un escenario en el cual se espera por las definiciones sobre el rumbo económico que adoptará el Gobierno de Alberto Fernández a partir del 10 de diciembre, y donde se percibe poco vínculo entre el actual y el futuro oficialismo, al menos hay un área donde el diálogo parece funcionar de forma aceitada. Tanto el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, como el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, están en contacto permanente con el equipo económico de Fernández, compuesto por Miguel Ángel Pesce, Matías Kulfas y Cecilia Todesca, con el objetivo de consensuar las medidas que se vienen adoptando para así garantizar el paso de mando de la manera más ordenada posible.

Uno de los principales puntos que se están debatiendo está relacionado con estirar los plazos para los vencimientos de deuda, dejando un poco de lado el tema de la quita, en sintonía con la propuesta que acercaron los bancos y los fondos de inversión. Este hecho va en línea, a su vez, con los dichos de Lacunza de ayer, que recomendó en declaraciones radiales hacer “más hincapié en los plazos que en los montos”.

Esta postura ya había sido mencionada por el funcionario el día que anunció el reperfilamiento de las Letras de corto plazo en pesos y en dólares, cuando anticipó que buscaría realizar algo similar con los bonos de mayor duración. La idea de fondo es que la Argentina tiene un problema de liquidez, pero no de solvencia, dado que los vencimientos de deuda se concentran en su mayoría en los próximos años.

Lacunza declaró ayer que “estamos llegando a un equilibrio en el que la deuda no va a crecer. Entonces, en términos de herencia, tenemos una siembra positiva”. Este punto va a contramano del que plantean las calificadoras de riesgo, las cuales sostienen que también hay un problema de solvencia, considerando que la Argentina deberá crecer a un ritmo mayor al esperado o ver de qué manera genera las divisas necesarias para pagar la deuda a través del comercio internacional y/o del turismo, que por el momento parecerían no ser suficientes.

No obstante, remarcó que el FMI “se deberá sentar con las nuevas autoridades para ver cómo sigue el programa. Nosotros cumplimos con todo, ahora hay que ver la continuidad después del 10 de diciembre”. Vale recordar que ya hubo un acercamiento entre Fernández y la titular del Fondo, la búlgara Kristalina Georgieva, a partir del cual ambas partes se comprometieron a avanzar sobre una negociación del acuerdo stand by por u$s56.300 millones. En esta línea, el organismo internacional dio un guiño al colocar al venezolano Luis Cubeddu al frente de las negociaciones con la Argentina, un viejo conocido para el país, que fue parte de las negociaciones entre 2002 y 2004. Esta señal generó cierto optimismo dentro del albertismo, que espera salir a negociar primero con el FMI para luego avanzar con los acreedores privados.

El funcionario reconoció que en 2015 “tuvimos una subestimación inicial de la herencia recibida. Hubo condiciones que empeoraron en el mundo y un poco de mala suerte”. “El problema empezó en abril del 2018, cuando el tipo de cambio estaba desalineado. Pero estoy hablando con el diario del lunes, si no, lo tendría que haber dicho en marzo de 2018 y no lo dije. Yo era parte del Gobierno en la provincia”, indicó. Y reconoció que “fue difícil crecer, corregir las tarifas y bajar la inflación, todo al mismo tiempo”.

Otro de los puntos sobre los cuales se ha llegado a un acuerdo fue el de avanzar sobre el cepo hard, limitando la compra de dólares en el segmento oficial a u$s200 mensuales. Esta medida fue consensuada con parte del equipo de Fernández. La decisión de la autoridad monetaria le permitió salir a recomprar divisas, al menos en el corto plazo. Desde las elecciones de octubre, la entidad que dirige Guido Sandleris ya ha captado unos u$s2.000 millones, aproximadamente. En este sentido, Lacunza aseguró que las reservas internacionales “están en u$s45.000 millones” y anticipó que podrían “quedar en u$s50.000 millones. Cuando llegamos eran de u$s5.000 millones”.

Si bien todavía los agentes de la economía siguen en vilo, a la espera del programa fiscal y monetario que aplicará Alberto Fernández una vez que asuma, lo cierto es que se espera llegar al 10 de diciembre de una manera tranquila y ordenada, a pesar de la incertidumbre. Esto no quita que a partir del 10 de diciembre el Gobierno deba ponerse manos a la obra, dado que deberá resolver el problema de la deuda, negociando con acreedores privados y con el FMI, seguir corrigiendo las distorsiones sobre los precios relativos y alcanzar el equilibrio fiscal, sumado a que deberá trabajar para insertar a la Argentina en un proceso de crecimiento sostenido. El problema, o la pregunta de fondo, será el cómo.

Fuente: Ámbito Financiero


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