El presidente Mauricio Macri hará hoy una demostración de poder. A priori: de su poder de convocatoria luego del resultado electoral en el que Cambiemos venció en los cinco principales distritos del país y derrotó a la ex presidenta Cristina Fernández. En el Centro Cultural Kirchner (CCK) se reunirán hoy al mediodía los gobernadores, además de los jefes parlamentarios, sindicalistas, empresarios, representantes de universidades, la Corte Suprema y otros jueces convocados especialmente. Según señalaban ayer en la Casa Rosada, la asistencia será casi perfecta. Ante ellos, Macri trazará las líneas generales de las reformas que planea para los próximos dos años: laboral, fiscal, previsional, electoral, entre otras que vendrán.

El lugar elegido para la imagen que tendrá a Macri en el centro de la escena es el CCK, a donde asistirán unos 150 invitados. Según señalaban ayer en Balcarce 50, estaban confirmados todos los gobernadores y la mayoría de los jefes de bloques parlamentarios. Estará, por supuesto, el gabinete nacional en pleno. También habrá una importante asistencia de sindicalistas, empresarios y jueces. La Corte Suprema fue invitada dado que Macri planteará también una reforma judicial, que tiene entre sus planteos el de remover a Alejandra Gils Carbó por mayoría simple en el Congreso y no por el procedimiento actual. El ministro de Justicia, Germán Garavano, indicó que el juicio político “es un mecanismo desequilibrado porque le da demasiada preponderancia al Congreso”. La idea es reformar los mecanismos de remoción” y reducir las mayorías necesarias para expulsar a Gils Carbó

El CCK es el mismo escenario que el macrismo eligió para el “mini-Davos”, al que asistieron cerca de mil empresarios. La imagen que buscarán hoy es similar: el Presidente dirigiéndose a un público de forma similar a lo que son sus discursos de inicio de sesiones parlamentarias. A las 11.45 (de acuerdo con lo estipulado), Macri dará los lineamientos generales que abrirán lo que él imagina que es una época de “reformas permanentes”. Según indicó el Gobierno en un comunicado, buscará “promover consensos en torno de un conjunto de políticas públicas que permitan generar empleo, dar sustentabilidad al crecimiento de la economía y avanzar en la lucha contra la pobreza”. En la Rosada destacaron que no se trata de un “plan de gobierno” ni un “acuerdo de gobernabilidad”.

Si bien los detalles de las reformas que impulsará Macri se van conociendo con cuentagotas, ya hay algunos indicios de que la reforma judicial se centrará en el Ministerio Público Fiscal y en recortar la participación parlamentaria en el Consejo de la Magistratura. No hay demasiadas precisiones sobre la reforma previsional, más allá de que el Gobierno viene negando que considere la elevación de la edad jubilatoria. En materia electoral, Macri ya avisó que insistirá con el voto electrónico.

A los sindicatos les planteará las líneas generales de la reforma laboral que, según insisten en el Gobierno, será por sector y tiene como objetivo revisar los convenios colectivos de trabajo. Por ahora, desde el Ministerio de Trabajo avanzaron con las iniciativas destinadas al blanqueo de trabajadores “en negro”, con beneficios para los empresarios que saquen a sus empleados de la informalidad.

A los gobernadores, con los que en la semana tendrá una reunión aparte, les pedirá que resignen impuestos provinciales y ajusten las cuentas. También planteará que debe resolverse la controversia por la actualización del Fondo de Reparación del Conurbano que reclama la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. Los gobernadores peronistas ya tuvieron las primeras reuniones para generar una postura defensiva. Desde el Ministerio del Interior, no obstante, esperaban que hubiera asistencia perfecta por parte de las provincias.

“Se presentarán acuerdos básicos de políticas públicas”, indicó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Sobre los planteos que recibirán las provincias, el funcionario señaló: “No podemos vivir siempre de fiado. Tenemos que ser constantes y persistentes en el camino que iniciamos hacia el equilibrio de las cuentas públicas”. “Tenemos que ponernos de acuerdo en que no hay más margen para aumentar impuestos. Lo que viene ahora es una etapa de alivio fiscal”, sostuvo.

“Vamos a ver qué orientación tienen las reformas, eso va a marcar lo que venga para 2019”, afirmó el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que fue derrotado en su territorio por el oficialismo. “Con los desafíos que tenemos por delante está bueno tener un presidente fortalecido, lo digo desde la oposición”, aclaró el mandatario. Sostuvo que con el encuentro se puede “pensar cómo logramos que la Argentina resuelva algunas cuestiones estructurales importantes”.

Quien se mostró decididamente en contra de ir fue el jefe de la bancada del Frente para la Victoria en Diputados, Héctor Recalde. “No voy a ir a la convocatoria con el Presidente. Mejor que estar ahí sentadito leeré después el informe, que auguro que no va a ser lo que yo pienso para el futuro. El debate institucional lo vamos a dar en el Parlamento –remarcó–. Me parece que una reunión así no tiene sentido.”