Fiebre por los plazos fijos en pesos, que subieron 11% en junio

Los particulares incrementaron las colocaciones a plazo fijo en $39.000 millones respecto de mayo. Perspectivas para esta inversión

En junio, los depósitos en moneda nacional en el sector privado aumentaron casi 10% respecto del mes pasado, cerrando el mes en 4.34 billones de pesos, lo que representa una evolución de 79,7% en términos interanuales.

Dentro de este sector, los plazo fijos en pesos (tradicionales y con opciones de cancelación anticipada) aumentaron 11% respecto a mayo que, medidos a último día del mes, el stock finalizó en 1,84 billones de pesos.

“Se observa un aumento en las colocaciones a plazo tradicionales en pesoss del sector mayorista (mayores a un millón de pesos) en $123.800 millones, una suba nominal de 12% en junio, mientras que el resto de las colocaciones a plazo tradicionales aumentaron 8% ($39.000 millones) en términos nominales respecto a mayo”, explicó Cristian Traut, gerente de First Capital Group

Los depósitos a plazo con opción de cancelación anticipada aumentaron 18% en el mes ($22.832 millones). Por otro lado, durante el mes se produjo un aumento de los saldos inmovilizados de 18% ($22.830 millones) producto de depósitos a plazo que no fueron renovados o retirados de los bancos.Te puede interesar

Hasta ahora, la inflación acumulada en el primer semestre estuvo en torno del 13%, en tanto que la rentabilidad promedio por un depósito a plazo fijo oscila en el 15%. De esta manera, quien mantuvo sus depósitos en el sistema financiero obtuvo una renta real del orden del 2%, lo cual para quien confía en el peso es una buena noticia.

En el primer semestre, el plazo fijo fue una buena alternativa para canalizar ahorros

Plazos fijos segundo semestre: ¿conviene? 

En primer lugar, si se analiza el REM del Banco Central, lo que se observa es un avance en materia de precios al por menor, que volverían a ubicarse en torno del 3,5% mensual, por lo que el acumulado trimestral sería superior al 10%.Te puede interesar

Por su parte, según los analistas consultados por el BCRA, la tasa de interés caería por debajo del 2,5% mensual, por lo que el acumulado rondaría el 7,5 por ciento. Finalmente, el dólar solidario sería el de mayor crecimiento, redondeando un 11% en esos tres meses, con un pico del 4% en septiembre.

Como consecuencia de ello, en los próximos noventa días las perspectivas no serían del todo favorables para quienes apuestan al peso, pues el rendimiento de los plazos fijos se ubicaría por debajo del avance de los precios y del tipo de cambio solidario.

Para el segundo semestre se espera una aceleración de la inflación y esto no es bueno para los plazos fijos

Finalmente, en el cuarto trimestre la cuestión tampoco sería muy favorable para los depositantes. Todo lo contrario, pues se estima que el rendimiento que obtendrían sería un punto por debajo de la variación del dólar, pero perdería unos siete puntos porcentuales frente a la suba de los precios minoristas.

Como consecuencia de ello a lo largo del segundo semestre se considera factible que la batalla contra los precios estaría perdida, pues la inversión en plazo fijo rendiría un 16% frente al aumento del IPC. Pero como consuelo, lograría sacarle unos cinco puntos porcentuales por encima del dólar solidario.

En definitiva, lo que se avizora es que el año termine con un marcado deterioro de la rentabilidad de los plazos fijos frente al dólar, del orden de los 5 puntos porcentuales y de unos 10 puntos porcentuales frente a la inflación. Entonces, si bien en el primer semestre “peleó” frente a los otros dos indicadores, se estima que en los últimos seis meses del año su performance será claramente negativa para este tipo de operación financiera.

Sin embargo, hay un aspecto clave: las pocas alternativas que existen para “salir” del peso en medio de esta coyuntura tan complicada desde lo económico, político y financiero.

Con un cepo cambiario cada vez más estricto, por la escasez de dólares en las arcas del Banco Central, el acceso al mercado cambiario para dolarizar los ahorros se vuelve complejo. Sobre todo por el cepo ya existente de u$s200 mensuales.

Además, el mercado informal tiene precios cercanos a los $130, que se ubican alrededor del 35% por encima del dólar solidario ($97 con el impuesto del 30%). Un nivel que parece elevado y no dispuesto a convalidar por muchos. Además de los contratiempos que implican tener que justificar la adquisición y utilización posterior de divisas de una plaza ilegal.

Por lo tanto, para los ahorristas que no pueden comprar en la plaza oficial más divisas de las permitidas, y que no quieren arriesgar sus excedentes de pesos en instrumentos bursátiles volátiles que les son poco conocidos, el plazo fijo se transforma en uno de los pocos caminos “seguros” para no salir perdiendo por completo ante la inflación.

Fuente: iProfesional


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