
En octubre de 2008, al mismo tiempo que la organización para la alimentación y la Agricultura (FAO) nos informaba de que el hambre en el mundo afectaba a mil millones de seres humanos, y calculaba que unos 30.000 millones de dólares bastarían para salvar todas esas vidas, la acción concertada de 6 Bancos Centrales (EEUU, U.E., Japón, Canadá, Gran Bretaña y suiza) derivó 180.000 millones de dólares al mercado financiero para salvar a los bancos privados. El senado de EEUU aprobó una partida adicional de 700.000 mil millones y dos semanas mas tarde 850.000 millones. Como si eso no fuera suficiente el rescate siguió creciendo, hasta que el diciembre de 2009 alcanzó los 17 billones de dólares, equivalentes a un mundo sin pobreza por 566 años.
En Argentina las ganancias del sistema financiero se incrementan a medida que se eleva la inflación y desde el año 2011 la rentabilidad (ROE) no ha disminuido del 25% anual.
Este es el mundo donde nos encontramos bajo el hechizo de una economía financiera deshumanizada y por lo tanto acostumbrado a que nunca hay suficiente para los que no tienen nada, pero siempre hay suficiente para quienes lo tienen todo.
¿No sería mejor una economía para un mundo sin miseria? ¿Cuáles son los desafíos que nos enfrentamos en el mundo actual?
La cuádruple convergencia
Nos enfrentamos a muchos desafíos, los mas importantes son enumerables a continuación:
- Un aumento exponencial del cambio climático inducido por el hombre que ya afecta a todas las regiones del planeta;
- El fin de la energía barata, que tendrá efectos dramáticos sobre las sociedades;
- El exhaustivo agotamiento de recursos claves, fundamentales para el bienestar humano y para la producción, como el agua potable, la diversidad genética, las selvas y los bosques, las pesquerías, la vida silvestre, los suelos, los arrecifes de coral y la mayoría de los elementos que constituyen los comunes locales, regionales y mundiales.
- La gigantesca burbuja especulativa, que alcanza a 50 veces la economía real de intercambio de bienes y servicios.
Las causa fundamentales de esta convergencia son:
- El paradigma económico dominante, que estimula el crecimiento económico acelerado a cualquier coste y fomenta la codicia de las corporaciones multinacionales y la acumulación de riquezas.
- El uso incontrolado de los combustibles fósiles para alimentar el obsesivo crecimiento económico;
- Promoción del consumo como vía hacia la felicidad humana;
- La aniquilación de las culturas tradicionales con el fin de imponer los modelos económicos – industriales convencionales; esto trae aparejado la pérdida de cosmologías, lenguajes y valores que difieren de la cultura dominante;
- La ignorancia de los límites planetarios en relación a la disponibilidad de recursos, al consumo y a la generación y absorción de derechos;
- La sobrepoblación; un crecimiento demográfico superior a la capacidad de sustentación de la tierra.
Estas condiciones pueden traer consigo peligroso costes ambientales y sociales sin precedentes:
- El caos climático y el calentamiento global implican la pérdida de vastas superficies de tierras productivas, ademas de tormentas, de subida del nivel de los mares, emigraciones masivas, desertificación y especialmente en los países mas pobres, graves problemas económicos y sociales;
- El agotamiento de las reservas baratas de petróleo y gas tendrá un impacto directo en todo el mundo, amenazando el futuro desarrollo industrial. Se volverá cada vez más difícil hacer funcionar los sistemas alimentarios industriales y los sistemas de transporte urbano y suburbano, así como producir muchas mercancías básicas para nuestro acostumbrado estilo de vida, como coches, plásticos, productos químicos, refrigeradores, etc. Todo está basado en la disponibilidad de energía barata y cada vez mejor;
- La escacez de otros recursos, como el agua potable, los bosques, la tierra agrícola y la biodiversidad, nos enfrentamos a la posible pérdida del 50% de las plantas y los animales del planeta.
Fuente:
MAX NEEF, M. y SMITH, P.; (2011) La economía desenmascarada – Del poder y la codicia a la compasión y el bien común. Icaria editorial (Barcelona) Ediciones Biebel (Buenos Aires)

