Por Marcelo García (Exclusivo/El Extremo Sur).
Llegar a fin de mes se hace cada vez más difícil en Comodoro Rivadavia y para no ser pobre una familia necesita sumar 36.755 pesos por mes. El aumento en este año fue del 61% respecto del 2016.
La suba del costo de vida para no tener freno en la que otrora fuera una pujante ciudad petrolera de la Patagonia. La Canasta Básica Total (CBT) en Comodoro sigue trepando a un ritmo descontrolado y llegar a fin de mes se hace cada ms complejo.
Según los cálculos efectuados por el contador y profesor universitario César Herrera, la CBT en Comodoro llegó en este 2017 a los 36.755 pesos. Esa es la cantidad de dinero que necesita un grupo familiar de dos adultos y dos menores para poder escaparle a la pobreza.
En función de los relevamientos concretados por el grupo de Finanzas Publicas FCE de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, la CBT del año pasado se había posicionado en los 22.836 pesos y por ende el aumento interanual fue del 61%. Un ritmo acelerado muy dificultoso de seguir por los salarios ya que ninguna paritaria tan siquiera alucinó con un aumento de esa magnitud.
Pero si la comparación se efectúa con el valor de la CBT en el año 2015, el aumento de los costos para la alimentación y subsistencia llegó al 91%. Hace dos años se necesitaban 19.216 pesos mensuales para no ser pobre y el valor ahora superó los 36.700 pesos.
El análisis concretado por Herrera y los alumnos de la carrera de Ciencias Económicas retrocede hasta el año 2011 cuando la CBT tenía un valor de 5.676 pesos mensuales. Si se cotejan los datos actuales con los del 2011, el aumento llega al 547%; ese período ningún salario corrió a los gastos en la misma proporción.
La variación del 61% registrada este año es el mayor incremento de los últimos siete años. En el 2012 la CBT subió un 7,5%; en el 2013 un 36,4%; en el 2014 la suba fue del 51,7%; en el 2015 alcanzó el 52,1% y en el 2016 solamente creció un 18,8%.
Vivir y cubrir las necesidades básicas, de salud, vestimenta y esparcimiento se hace cada vez más difícil en una ciudad que se encuentra en recesión y en la que la pérdida de empleo es una tendencia creciente.
