La Medicina es una ciencia social como la Economía, existió un médico alemán que decía que la Política es medicina a gran escala. Es acá, que se plantea un juego, donde nos preguntamos ¿Qué le está pasando a la salud de nuestro país? ¿Nos encontramos en terapia intensiva? ¿Cuál es nuestra enfermedad crónica? ¿Quién nos informa? ¿Cómo nos informamos? ¿De dónde sacamos la información?. Existen muchos sesgos de información, porque existe mucho conflicto en quién da la información.
Siempre existen incertidumbres, y es por esto que somos ciencia, si no seriamos dogma. Esta bueno descubrir éstas incertidumbres, saberlas y cuestionarlas, y de alguna manera eso nos va ir distorsionando. De esta forma ir jugando siempre con una brújula y un ancla, la brújula nos dice a dónde vamos, y el ancla de dónde venimos, siempre éstos valores van a estar ayudándonos.
Si pensamos que mi cuerpo es el país de Argentina, desde lo doméstico de lo micro a lo macro, si existe un problema crónico de nutrición, de déficit, hablando de vitaminas, minerales y nutrientes; podríamos decir, que existe una enfermedad crónica dada por malos hábitos, no es una cuestión genética, ni un maldición o lo que pueda generar dicha enfermedad. Es una conducta, que con la educación, la cultura, la idiosincrasia o la masa crítica de todos, de alguna manera se puede revertir.
Hablamos de un cuerpo saludable, que basado en la comparación que citamos anteriormente, sería el cuerpo de la Argentina, el cual posee recursos naturales, energía, etc; dado que la genética argentina es excelente, ya que se caracteriza siempre al argentino con mucha pasión y una capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios que se sufren, pero a su vez existen hábitos que no son saludables, y ésto nos lleva a la reflexión sobre las conductas que llevamos como sociedad, y al equilibro que tenemos que llegar para poder curar “el cuerpo argentino”.