¿Cómo afectó la crisis de Wall Street a la economía de EE.UU.?
El Crack de Wall Street no fue la causa de la Gran Depresión, pero sí marcó su inicio.
Fue el equivalente de un ataque al corazón sufrido por alguien con presión arterial alta.
La economía tenía una condición preexistente, una debilidad subyacente. Pero su cuidado posterior, tal como lo administró -o no- el presidente Herbert Hoover, fue insuficiente.
El presidente republicano era reacio a que el gobierno entrara en la crisis, creyendo que una postura más laissez-faire alentaría a las empresas y los bancos a enderezar la economía.
Su carácter reservado no ayudó a su argumento, y fue ridiculizado por parecer que no le importaban lo suficiente sus conciudadanos.
Aquellos golpeados con más fuerza por la Gran Depresión, cuyas casas fueron embargadas, vivían en barrios marginales que los críticos del presidente apodaron Hoovervilles.
No fue una sorpresa que, en las elecciones presidenciales de 1932, Hoover fuera destituido de su cargo. Su sucesor, el demócrata Franklin D. Roosevelt, ganó con el 57,4% del voto popular.
El mandato que le concedió su fuerte victoria, junto con las grandes mayorías que obtuvieron los demócratas en ambas cámaras del Congreso, permitieron una valiente lucha contra la difícil situación del país.
Después del fracaso de Hoover, el clamor público para que interviniera el gobierno fue ensordecedor.
En su toma de posesión, en marzo de 1933, Roosevelt trató de tranquilizar y unir a una población dividida.
“El pueblo de EE.UU. no ha fallado. En su momento de necesidad, han declarado que desean una acción directa y vigorosa”, dijo.
“Nuestra tarea principal es poner a las personas a trabajar. Este no es un problema sin solución si lo enfrentamos sabia y valientemente”.
“Se puede lograr en parte mediante el reclutamiento directo del propio gobierno, tratando la tarea como trataríamos la emergencia de una guerra”, señaló.
El efecto fue instantáneo. “En unos minutos”, escribió Brogan, “Roosevelt hizo lo que no había podido hacer Hoover durante cuatro años: devolvió a sus compatriotas su esperanza y su energía”.
“Al final de la semana, medio millón de cartas de agradecimiento habían llegado a la Casa Blanca, las primeras aguas de una inundación que nunca se secaría”.
¿Cómo combatió el “New Deal” de Roosevelt los efectos del Crack de Wall Street?
En sus primeros 100 días en el cargo, Roosevelt cumplió sus promesas.
Esa acción vigorosa y directa se produjo en forma de 15 leyes principales destinadas a crear empleos y reiniciar la industria, la economía y, simbólicamente, la esperanza.
Los avances legislativos que hizo fueron rápidos y considerables.
La Ley de Banca de Emergencia tenía como objetivo estabilizar -y por lo tanto, restaurar la fe- en el sistema bancario, a través de la introducción del seguro federal de depósitos.
En tanto, la Administración Federal de Ayuda de Emergencia ofreció apoyo a los pobres en forma de mantas, comedores populares y oportunidades de empleo.
También se ofreció trabajo a quienes se inscribieron en el Cuerpo Civil de Conservación (CCC), que colocó a los desempleados en campamentos por seis meses, trabajando en proyectos de conservación y ganando US$30 por mes.
Al final del plan, en 1942, había empleado a 2,5 millones de hombres.
Se ofreció trabajo adicional a través de la Administración de Obras Públicas, creada para mejorar la infraestructura del país.
El programa de Roosevelt, conocido como el New Deal, fue revolucionario en la forma en que colocó al gobierno federal -hasta entonces casi invisible en la vida cotidiana- en el corazón de la recuperación de la nación.
El proyecto para reconstruir EE.UU., tanto material como psicológicamente, fue impresionante, pero la nación no estaba completamente unida detrás de la causa.
Algunos demócratas sintieron que no fue tan lejos y profundo como podría haber ido, mientras que muchos republicanos, haciéndose eco de la postura adoptada anteriormente por Hoover, sintieron que era un reposicionamiento inoportuno e invasivo del papel del “gran gobierno”.
Independientemente de cuán energizante fue el New Deal para la nación, no resolvió la Gran Depresión.
La productividad no pudo revivir de la manera que Roosevelt esperaba, mientras que el desempleo se mantuvo alto durante la década de 1930.
Sin embargo, su éxito -medido por otras tres victorias en elecciones presidenciales- fue en términos de motivación e inspiración.
La Gran Depresión terminó debido a eventos que estuvieron fuera del control del presidente.
Cuando los japoneses bombardearon Pearl Harbor en 1941, obligando a EE.UU. a entrar en la Segunda Guerra Mundial, la economía se recuperó tardíamente.
Para abastecer a las tropas en el extranjero, la productividad en los sectores manufacturero y agrícola se expandió rápidamente, creando millones de empleos.
Y así volverían los momentos prósperos.
Fuente: BBC News Mundo – El crack de 1929