La bioconstrucción es una manera de construir respetuosa con el medio ambiente y trata de hacer hincapié en la reducción de consumos y contaminantes para llegar a un mejor equilibrio con el entorno natural. Pretende llegar a todos las fases del proceso constructivo, con materiales naturales, libres de tóxicos, y técnicas constructivas que fomenten la autosostenibilidad a medio y largo plazo.
Poner atención a la orientación del edificio con respecto al sol o a los vientos dominantes, o conocer la pluviosidad de la zona donde se encuentra, son algunos ejemplos de la gran variedad de actuaciones que se pueden acometer en la construcción ecológica. La madera, la tierra, la piedra… son los materiales naturales preferidos por estas técnicas y son materiales que pueden (y deben) encontrarse en el entorno donde se va a edificar.
Techos verdes que favorecen el aislamiento de los edificios, sistemas para auto abastecerse enérgicamente , captación de aguas pluviales, las soluciones se multiplican. Y aunque no todas se usarán en el mismo proyecto, el planificar con conciencia ayudará a seleccionar las mejores soluciones para cada situación. El objetivo final es que dichos lugares aumenten la salud y el bienestar de sus usuarios.
La sociedad ha llegado a un punto en que no puede continuar con los sistemas tradicionales de construcción, el daño ambiental ya es irreversible y es momento de tomar plena conciencia. La bioconstrucción es el camino y hay sectores de la sociedad que ya están en movimiento. Al fin y al cabo, “bioconstruir es construir para el futuro”.
Una de las estructuras geométricas preferidas de la Bioconstrucción es la cúpula o domo. Elemento recurrente en la naturaleza que podemos encontrar en nidos de pájaros, insectos y un sinfín de otros elementos. El domo aporta ventajas a la hora de construir como ahorro de materiales, mayor resistencia estructural o mejoras en la temperatura.
La cúpula o domo son las dos estructuras que mejor funcionan en la bioconstrucción. Utilizar la cúpula es poner al servicio de la arquitectura la geometría. Aporta muchas ventajas en contraposición a plantas cuadradas o rectangulares. Su capacidad para soportar desastres naturales como terremotos o huracanes lo convierten en ideal para ciertas zonas del planeta.
Los principales beneficios de usar cúpula o domo los encontramos en:
1. El ahorro de material:
La cúpula es la estructura que más superficie nos va a aportar con la misma cantidad de material.
2. La resistencia estructural:
El reparto de fuerzas de la cúpula genera mayor resistencia que los techos convencionales. Esto puede ser una ventaja para construir con materiales que no sean tan resistentes.
3. El reparto de la temperatura del aire:
Con la estructura de cúpula o domo se evita el estancamiento de la circulación del aire, no hay ángulos entre paredes, así la distribución del calor que generamos dentro también será más eficiente.
El futuro de una construcción responsable pasa por el hecho de adaptarnos de la mejor manera posible al medio que nos rodea. La estructura de cúpula había sido casi olvidada en nuestras formas de construir convencionales.
Es momento de recuperar las mejores soluciones posibles para equilibrarnos con el entorno.
Fuente: Comunidad Twenergy