Crisis de deuda: El Plan Brady

Nicholas Frederick Brady fue Secretario del Tesoro de los Estados Unidos durante el mandato de los presidentes Ronald Reagan y George H. W. Bush. Se hizo conocido a nivel mundial por crear el Plan Brady en marzo de 1989. 

Nació 11 de abril de 1930 (edad 90 años), en Nueva York, Estados Unidos; perteneció al Partido Republicano y formado en Harvard y también fué Senador en el período (1982–1982).

El año pasado al cumplirse el 30º aniversario del anuncio del «plan Brady». En respuesta a la crisis de deuda en América Latina de los años ochenta, este plan permitió que los países canjearan sus préstamos de bancos comerciales por bonos respaldados por el Tesoro de EE.UU., terminando así con un agitado periodo con posibles consecuencias sistémicas para el sistema bancario internacional en ese momento. En lo que entonces supuso una estrategia novedosa, los bancos acordaron un muy necesitado alivio de la deuda —la reducción promedio fue del 35%— a cambio de instrumentos negociables sin riesgo.

El FMI desempeñó un papel fundamental, acorde con su mandato de ayudar a los países miembros a resolver sus problemas de balanza de pagos y recuperar la viabilidad externa. No solo supervisó los planes de ajuste de los países y proporcionó financiamiento para la recompra de deuda y la garantía de pagos de los bonos permutados, sino que también ofreció un foro para las negociaciones entre acreedores y deudores e incentivó una mejor coordinación de los acreedores mediante un cambio en sus políticas.

Con anterioridad al plan Brady, un acreedor privado podía frenar la financiación del FMI si se negaba a reestructurar su crédito. Esto cambió con la adopción por parte del FMI, en 1989, de su política de «concesión de préstamos a países con atrasos», según la cual podía prestar a un país con atrasos en los pagos del financiamiento de acreedores privados, siempre que el deudor negociara con sus acreedores de buena fe.

Los acuerdos Brady cambiaron para siempre el panorama del financiamiento soberano en dos formas fundamentales. Primero, los bonos soberanos, mantenidos directa o indirectamente por un conjunto diverso de posiblemente miles de acreedores, se convirtieron en el instrumento de financiamiento preferido por los países, reemplazando a gran parte de los préstamos con bancos comerciales. Segundo, el sector oficial asumió un papel central en la reestructuración de la deuda soberana.

Este cambio ha presentado al FMI nuevos retos, que requieren adaptaciones frecuentes de sus políticas para satisfacer las necesidades en evolución de sus miembros.

En momentos de crisis de la deuda soberana siempre es necesario recurrir a la historia económica, para comprender los procesos actuales de crisis de deuda soberana.

Fuente: Dasotosmacro.com

Fuente: Wikipedia – https://blog-dialogoafondo.imf.org/?p=11056


Seguí leyendo