La inflación acumuló 21,5% en lo que va del año, en un contexto de pandemia y crisis económica, con salarios a la baja y pocos ahorros. En ese contexto, el consumo masivo continúa deprimido y en lo que va del año cayó 8,4% si se compara con los primeros cinco meses del 2020.Publicidad
Así lo reveló un estudio de la consultora Scentia, que relevó más de 19.000 autoservicios y 2.800 supermercados. En tanto, el volumen de venta de alimentos y productos de higiene y limpieza sufrió en mayo una caída de 3,5% interanual.
Por otro lado, la merma en el consumo no es igual en todos los distritos ni en todos los canales de comercialización. Por ejemplo, en el Area Metropolitana de Buenos Aires (Amba) la caída de mayo fue del 4%, mientras que en el resto del país fue del 3%.
Además, mientras los autoservicios (entre los que se incluyen los almacenes y supermercados independientes de origen chino) tuvieron un desplome de 7%, las grandes cadenas tuvieron números ligeramente positivos, con 0,9%.
Rubros
Si se analiza por rubros, los alimentos sufrieron una baja de 7,6%, siendo la peor caída. En segundo lugar quedaron los productos perecederos y congelados (-7,3%) y artículos de limpieza de la ropa y el hogar (-6,1%). Después, se ubicaron los rubros higiene y cosmética (-5,8%), bebidas con alcohol (-4,4%) y productos de desayuno y merienda (-3,7%).
Las categorías que, en cambio, tuvieron un crecimiento fueron bebidas sin alcohol (2,2%) y productos impulsivos (3,4%). “El resultado de mayo fue negativo en 3,5%, mostrando cierta desaceleración en la caída respecto a lo sucedido en los meses anteriores. Parte de la explicación se encuentra en la base de comparación, ya con la salida del stockeo visto en marzo y abril de 2020″, aseguró Osvaldo Del Río, titular de Scentia.
Desde la consultora estiman que difícilmente 2021 cierre con números positivos para el consumo. “Si se observan las líneas de evolución de consumo, confianza del consumidor, inflación y salarios, se ve que cuando el crecimiento de inflación y de salarios están cerca, el consumo rebota y reacciona. Pero cuando se separan, porque el ingreso pierde contra la inflación, es complicado que el consumo repunte. Tiene que ocurrir muchas cosas positivas para que eso pase”, resaltó Del Río.
Brecha entre comercios
Para Scentia, hay un impacto importante en el consumo por la diferencia entre los precios de un mismo producto en las grandes cadenas y los comercios de cercanía. Esa brecha es cada vez mayor. Otro trabajo de la consultora mostró que, en base a una canasta de más de 1.000 productos empaquetados relevados durante el mes de abril, en promedio, los precios de esos productos fueron 27,4% más baratos en los supermercados. En tanto, a comienzos de este año, esa diferencia era de 17,6%.
“La diferencia de precios entre supermercados y autoservicios históricamente era de un 5%. Pero se fue incrementando por varios motivos, lo que también provocó que en los últimos meses el desempeño de las grandes cadenas, en cuanto a ventas, sea mejor”, destacó Del Río.
“Los autoservicios o almacenes se proveen de productos bajo dos modalidades. Por un lado, las empresas que distribuyen sus propios productos, en general las de bebidas o productos perecederos. Y el resto, a través de compras a mayoristas y distribuidores. Al haber un intermediario, el costo es mayor. Seguramente hay un grupo de productos que pueden tener un mejor precio en los autoservicios, pero no en el promedio general”, explicó.
Las diferencias entre los distintos canales de compra también se vieron impactadas por los cambios de hábitos en los consumidores como consecuencia de la pandemia. “Las compras cambiaron. Disminuyó la frecuencia de visitas de compra. Hoy el consumidor cuando sale hace una compra más grande, ya sea por en canal físico o de manera online”, concluyó Del Río.
Fuente: El Economista Argentina