El 4 de junio de 1975, el entonces ministro de Economía argentino, Celestino Rodrigo, dispuso un ajuste que duplicó los precios, produjo la disminución del poder de compra de los argentinos y el desabastecimiento de productos de primera necesidad. Como consecuencia, estas acciones que recibieron el nombre de ‘El Rodrigazo’ provocaron un cambio en la estructura del salario y una crisis en el Gobierno de Isabel Perón (1974-1976). Hasta el momento, fue el mayor ajuste económico realizado por Argentina.
Dos días después de entrar en el Ministerio de Economía, Rodrigo y el viceministro de Economía Ricardo Zinn aprobaron estos ajustes con los querían eliminar la distorsión de los precios con una fuerte devaluación del 160 por ciento para el cambio comercial y el 100 por cien para el cambio financiero.
A esta medida se sumaron otras como la subida de un 100 por cien de los servicios públicos y de transporte y un 180 por ciento de los combustibles. Sin embargo, los salarios sólo subieron un 45 por ciento.
Los argumentos oficiales se basaron en reducir el déficit público, aumentar la productividad de las empresas a través de la devaluación de la moneda e incrementar la tasa de ganancia de las empresas, que en los últimos años iba disminuyendo.
Pero ‘El Rodrigazo’ provocó disputas acerca de las causas de su aplicación y muchos opinaron que también se buscaba perder el poder de los sindicatos y terminar con las deudas de los empresas y bancos.
Como consecuencia, estos ajustes dispararon la inflación, que llegó a un 777 por ciento anual y provocó una disminución enorme del poder de compra de los trabajadores. Además, se produjo un desabastecimiento de gran cantidad de productos básicos, al igual que de combustibles y otras necesidades de transporte.
Ante esta situación, la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) intentó negociar con el Gobierno un mayor aumento de salario, que terminó en una fuerte movilización por parte de los trabajadores y generó la primera huelga contra un Gobierno ‘peronista’ el 27 de junio de 1974.
Los obreros llegaron a la Plaza de Mayo coreando insultos a Celestino Rodrigo y al ministro de Bienestar Social, José López Rega, lo que puso en cuestión también a la presidenta.
Finalmente, el Gobierno cedió y homologaron los convenios que superaban la inflación, se acordó un aumento de los salarios en un promedio de 180 por ciento y el ministro de Economía Rodrigo renunció al cargo.
Rodrigo falleció en 1987 defendiendo su plan pero lamentando que su nombre se asociara a uno de los peores ajustes que recuerden los argentinos.
Fuente: NotiAmerica