Por Rodolfo Nahuel Peña.
Las ventas de los supermercados de Chubut cayeron un 8,4% durante diciembre y en el 2018 promedió una contracción del 6,8%. Es el tercer año consecutivo de retroceso en la facturación de los súper.
Los datos del INDEC revelaron una nueva retracción en las ventas de los supermercados localizados en Chubut. La caída fue del 8,4% en diciembre mostrando niveles de facturación por debajo de la inflación y en todo el 2018 la baja promedio fue del 6,8%. Ni si quiera las compras de fin de año consiguieron revertir la estrepitosa baja en el consumo.
La contracción del consumo de diciembre fue la novena consecutiva en la provincia y sólo el mes de marzo mostró niveles superiores a la inflación como para que la facturación tenga números positivos; todo el resto del año las ventas tuvieron variaciones interanuales inferiores a la suba de los precios.
Según el informe estadístico oficial, los productos de almacén retrocedieron un 2,8% y es una de las peores caídas por el alto volumen de ventas que manejan los supermercados en sus góndolas. Desde septiembre de 2017 que los productos de almacén no protagonizaban retrocesos de importancia.
Luego del veranito mundialista que atravesaron los productos electrodomésticos y electrónicos, las bajas en dicho rubro fueron consecutivas desde agosto pasado y en diciembre esa retracción fue del 30,4% a pesar de las ofertas y todos los mecanismos impulsados para incrementar las ventas.
Las carnes fueron el otro rubro con mayor retroceso en la facturación en diciembre, con una caída del 15,7% y luego se posicionaron los productos lácteos que vienen desacelerando su retracción pero a igualmente cayeron un 8,3%.
Los únicos dos rubros importantes con resultados positivos en diciembre fueron el de las bebidas que crecieron un 10,9% por encima de la inflación y el de los artículos de limpieza que subieron el 7%.
Tres años en caída libre
El análisis de lo acontecido con las ventas en los supermercados de Chubut permite concluir que los últimos tres años tuvieron retrocesos consecutivos, reflejando los alcances de la crisis económica nacional, su combinación con la del precio internacional del petróleo en la Cuenca del Golfo San Jorge y la fuerte contracción del consumo regional.
El último año con un magro resultado positivo fue el 2015, cuando en Chubut el promedio anual de las ventas mostró un saldo favorable de apenas el 2,9%, a pesar de una inflación que rondó el 26% interanual. A partir de ahí se rompió la tendencia y comenzaron a caer las ventas y por consiguiente la facturación de las cadenas de supermercados localizadas en la provincia.
El 2016 fue el peor de los escenarios para los súper provinciales ya que el retroceso de las ventas llegó al 12,5% a lo largo de todo el año y la altísima inflación del 40% hizo su trabajo para erosionar la facturación.
En el 2017 la caída promedio anual llegó al 7,5% con una inflación de casi el 25% y en el 2018 el retroceso en las ventas fue anualmente del 6,8% e pesar de una suba de precios que llegó al 50% en la Patagonia, lo que de alguna manera muestra un empeoramiento menor del consumo respecto lo acontecido en el año anterior.
Fuente: El Extremo Sur
