La inflación en la Patagonia esta desbocada: trepó al 50,6% y superó por 3% a todo el país

El 2018 posiblemente quede en la historia patagónica como el peor año inflacionario. En todo el año llegó al 50,6% y fue un 3% más elevada que la registrada en el conjunto del país. El transporte aumentó casi un 70% promedio en la región; mientras que los alquileres, servicios públicos y el combustible subieron en la Patagonia casi el 60%.

El INDEC publicó ayer que la inflación nacional del año pasado fue del 47,6% y de esa manera se transformó en la más alta desde 1991; pero en la Patagonia fue aún más elevada, llegó al 50,6% en los dos meses del año pasado y superó a la nacional en tres puntos porcentuales. Esa diferencia registrada en doce meses en la zona patagónica fue mayor al 2,6% que subieron los precios en solamente el mes de diciembre pasado.

Frente esta panorama de inflación desbocada, la meta del 23% que el Gobierno nacional se planteó en el Presupuesto 2019 parece una ilusión difícil de cumplimentar, mucho más aún si se tienen en cuenta los tarifazos en los servicios públicos ya anunciados y la quita de los subsidios al transporte que impactará de lleno en los bolsillos de los usuarios de las provincias patagónicas.

Durante el pasado mes de diciembre la inflación patagónica promedio fue del 2,6% y los aumentos más más fuertes se produjeron en: comunicación con el 8,1%; salud privada con un 6%; y el 3,6% en el rubro de los restaurantes y hoteles.

 

Los rubros que más subieron en el 2018

 

Los tres rubros donde se registraron los mayores aumentos de precios en el 2018 fueron los que mayor incidencia tienen entre los consumidores, especialmente entre los sectores más empobrecidos de la sociedad y que no poseen otras opciones que les posibiliten escaparle a los incrementos.

El primero que más subió en la Patagonia fue el rubro del transporte que registró un aumento del 69,5% a lo largo de todo el año pasado, casi 3 puntos por encima del registro nacional; situación que tenderá a empeorar durante este año como consecuencia de la quita del subsidio nacional que se sufrirán en las provincias.

Por detrás se ubicaron las subas de precios en el sector de los alquileres, servicios públicos y combustibles, los que en zona patagónica treparon el 59,4% y se posicionaron un 13,7% por encima de las subas registradas a nivel nacional en ese rubro.

En el tercer escalón se posicionaron las subas de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, los que en todo el 2018 crecieron un 52,4% en la Patagonia, reflejando un aumento de 1,2 puntos porcentuales por encima de los medidos en todo el país.

Los tres rubros que menos aumentaron en la Patagonia fueron el de la educación privada que subió el 27,5%; seguido por las bebidas alcohólicas y el tabaco que aumentó el 29% y por las prendas de vestir que subieron el 30,5%.

El efecto de estos aumentos más impacta en los bolsillos de los pobres, trabajadores y la clase media es porque en la Patagonia la incidencia de los gastos en alimentos y bebidas significa el 13,6% del proceso inflacionario, el transporte afecta con el 9,6% y los gastos en alquiler, servicios públicos y combustibles significan el 7,2% de los efectos inflacionarios regionales.

 

Productos básicos por las nubes

 

Al comparar los precios de los productos de la canasta básica del mes de diciembre pasado con los del mismo mes del 2017, se observa que la casi totalidad de esos precios subieron en la Patagonia inclusive por encima de la inflación interanual promedio.

 

La lista la encabeza el kilo de harina que aumentó el 169,7% en todo un año; los fideos guiseros subieron un 84,2% y la botella de litro y medio de aceite de girasol tuvo un incremento del 83,4%. El kilo de pan francés trepó un 68,3%.

Sin ningún tipo de vinculación con la dolarización de la harina, la docena de huevos subió el 68,4%; en tanto que el detergente aumentó un 67,7% y la lavandina el 62,2%. El pollo entero aumentó un 59,2% y el kilo de arroz blanco creció el 63,9%.

El kilo de azúcar fue lo que menos aumentó en la Patagonia en el último año, mostrando una suba del 31,3%; seguido por el 43,1% de suba en el kilo de papa; el 45,9% de incremento en el litro de leche en sachet y el 49,3% de suba en el kilo de carne picada.

Los números muestran con meridiana claridad que buena parte del empresariado argentino y también el patagónico, por un lado dolarizó con pocas justificaciones el precio de la harina y sus derivados, pero que también aquellos no vinculados a ese rubro no se quisieron perder una mordida en la porción de la torta y se montaron sobre la suba de precios sin ningún tipo de argumentación válida sólo la obtención de la mayor rentabilidad posible en un país en recesión y crisis económica. En definitiva todos los grandes empresarios no se perdieron la oportunidad de mostrar con contundencia la voracidad del capitalismo.

 

Comparación con el 2017

 

Durante el 2017 la inflación en la Patagonia había sido de 23,5%; con los peores incrementos registrados en alquileres, servicios públicos y combustibles que subieron el 48,8%. Luego se habían posicionado con el 29,2% en la educación privada; 28,7% en el rubro de la comunicación; 28,1% en salud; 27,1% en transporte; y del 24,5% en recreación y cultura.

 

Fuente: El Extremo Sur


Seguí leyendo