Cambia…. Todo cambia

“Lo único constante en la vida…. es el cambio”

“Todo fluye”

“No se puede bañar 2 veces en el mismo río”

 

Lenta y perceptiblemente la humanidad ha iniciado cambios que emergen en la región, ante el evidente fracaso del paradigma económico dominante de promover una mejor calidad de vida a toda la humanidad.

La visión del capital como valor fundamental del pensamiento occidental conduce a la desigualdad creciente entre ricos y pobres, a la consideración del individuo como único depositario de derechos y obligaciones, la propiedad privada como elemento esencial y aislante social, del consumismo como pasaje hacia la felicidad material y solo nos ha conducido hacia la infelicidad, la soledad, la discriminación, la enfermedad, el hambre…. y hacia una crisis multimensional y de vida.

Todos podemos y debemos aportar al cambio de paradigma  de vida y para ello es importante, en mi visión, describir sintéticamente la trayectoria que hemos recorrido para llegar hasta este momento. Es por ello que abogo en la necesidad de abogar por la generación de una mirada holística o integral de los las interacciones de los opuestos complementarios en el análisis de la realidad actual. Necesitamos menos polarización (Grietas que dividen) y más comprensión de la polaridad (Diferencias que aúnan)

 

La polaridad

Una de las tradiciones filosóficas Griegas descrita por Heráclito (540 a 480 A. de C.) y su escuela fundamentaban que “Todos los cambios producidos en el mundo ocurren por la interacción dinámica y cíclica de los opuestos y consideraba que todo par de opuestos forma la unidad que contiene a todas las fuerzas opuestas y lo denominó LOGOS” (Kapra, 2007).

En Latinoamérica, donde existe un proceso de ponerse en contacto con sus raíces originarias, las civilizaciones andinas “Todos los pueblos reconocen la existencia de la Ley de la oposición o contradicción o antagónica” (OVIEDO FREILE, 2013)

El taoísmo es un sistema filosófico y religión que tuvo su origen en China en las ideas del filósofo Laozi (siglo VI a. C.); se caracteriza por creer que existe una solidaridad absoluta entre el hombre y la naturaleza, puesto que ambos concuerdan perfectamente y tienen un sustrato común. “las actitudes metafísicas y personales hacia la naturaleza del taoísmo contrastan con las actitudes puramente éticas y sociales del confucianismo”

Para el arquetipo holístico de las conciencias las diferencias no se saldan con la victoria de una sobre otra, triunfo del bien contra el mal,  sino es la comunión y complementación. La vida es un apoyo mutuo de las fuerzas contrarias complementarias.

 

La separación (Polarización)

Parménides de Elea inicia la tendencia del pensamiento que llevó finalmente a la separación del espíritu de la materia, llamó a su principio Ser y sostuvo que era único e invariable, asociado al concepto de átomo” (Kapra, 2007) . A fin de congeniar el Ser Inmutable (Parménides) con el Eterno Devenir (Heráclito) asumieron que el Ser se muestra y que su mezcla o separación los cambios en el mundo. Los atomistas Griegos trazaron una línea divisoria entre el Espíritu y la Materia.

La “Civilis” (Acto de domesticar dominio de la naturaleza salvaje e instintiva) y la “Polis” nacen como actos de ruptura entre dos mundos: El natural donde priman lo instintivo, lo intuitivo. Lo  simbólico, lo ritual y festivo de las culturas solares y lunares y el de la Civilización “Monódica”. Una imágen del mundo asociada es: El mundo: bueno, bello y perfecto, pero a la vez reflejo del mundo abstracto de las ideas, que todavía es más bueno, más bello y más perfecto. La naturaleza se vuelve una mera copia, deja de ser original.

El sistema civilizatorio reduccionista preconiza la superioridad del hombre sobre la mujer y la naturaleza y no acepta la convivencia entre lo diferente y preconiza la derrota del mal por el bien y la primacía de una de las fuerzas antagónicas: Civilizado / salvaje, Avanzado / retrógrado, Culto/ignorante, Educado / primitivo, etc.

La ciencia civilizatoria Sócrates, Aristóteles y muchos años posteriores en Galileo, son antecedentes basales para el nacimiento de la ciencia moderna por evolución del pensamiento filosófico que llevó a una formulación extrema del dualismo Espíritu / Materia. Descartes en el siglo XVII quién basó su visión de la naturaleza en la división de dos reinos separados e independientes: El de la mente (Res cogitans) y el de la materia (Res extensa). Nace el modelo mercantilista Newtoniano del universo y que ejerció una notable influencia en el modo de pensar occidental. “Cógito, ergo sum” Pienso, luego existo plantea una identificación con la mente y nos concibe como Egos aislados y con un conflicto entre la “Voluntad consciente y los “instintos involuntarios”. La fragmentación interna es un reflejo del mundo exterior.

“El mundo: ni bueno ni bello, sino inerte, sordo y ciego, simple suma de materiales que podemos explotar como se nos antoje. El universo es un gran reloj mecánico, cuyos movimientos siempre se pueden explicar racionalmente y se pueden y deben poner a nuestro servicio. La naturaleza simple materia” (PIGEM, 2009)

El entorno natural es tratado como si constara de partes separadas para ser explotados por los diferentes grupos de interés. Esta visión fragmentaria es acentuada en la sociedad (naciones, razas, grupos, etc).

 

La visión integradora

 

La visión orgánica del mundo prevalece en la filosofía oriental y desde ese punto de vista la división de la naturaleza en objetos separados no es algo fundamental y cualquiera de tales objetos posee un carácter fluido y siempre cambiante. El Cosmos es considerado como una realidad inseparable, siempre en movimiento, vivo, orgánico siempre material y espiritual al mismo tiempo. Movimiento y cambio son propiedades esenciales de las cosas, fuerza intrínseca de la materia. Espíritu y consciencia (Aire) junto con las emociones y el amor (Agua) es lo que distingue al hombre del resto de los seres vivientes y comparte con ellos cualidades instintivas (Fuego) y de supervivencia material (Tierra) arquetipo holístico.

La separación de la ciencia (Razón /Materia) nos entrega un mundo el nivel del hombre está determinado por el nivel de ciencia alcanzado (Idealismo – Materialismo), en cambio para la ciencia holística está determinado por el nivel de conciencia despertada o activada.

El nivel de conciencia es un proceso de despertar e introspección individual que se pone en juego en nuestra actuación en la tierra, en la familia, la comunidad, el mundo.

César V. Herrera


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