El cuidado en la sociedad del decrecimiento

El cuidado es la acción diaria desarrollada por los seres humanos para su propio bienestar y el bienestar de la comunidad. Aquí comunidad refiere al conjunto de personas del ámbito próximo y con las que el ser humano convive, como la familia, los amigos o los vecinos.

En ese campo de relaciones, así como en la sociedad en su totalidad, se destina una gran cantidad de trabajo al mantenimiento, la reproducción y el disfrute de las relaciones humanas. Trabajo no remunerado es el término utilizado por la economía feminista para definir el trabajo genuino dedicado a tales tareas. Durante años, las feministas ha denunciado la infravaloración del trabajo relativo a la atención corporal y personal, y la correspondiente subestimación de las personas encargadas de llevarlo a cabo: Las mujeres. Las feministas continúan resaltando el papel esencial que tiene el cuidado para el bienestar del ser humano.

Bajo el capitalismo, donde los mercados están sujetos al imperativo del crecimiento, parece quedar poco tiempo para dedicar a uno mismo, la familia, los amigos y las actividades cívicas o políticas. El crecimiento económico es incapaz de favorecer la felicidad que propone a través del aumento de los ingresos.

Situar el concepto del cuidado en una sociedad del decrecimiento requiere, primero, una radical reconsideración de las relaciones humanas y de la forma que estas pueden ajustarse a las necesidades humanas y superar las oposiciones, los dualismos y las jerarquías.

El proceso del cuidado consta de 4 fases:

  1. Preocuparse por, implica la percepción de una necesidad y el reconocimiento, tanto personal como social, de la necesidad de cuidados;
  2. Cuidar de, considerar asumir alguna responsabilidad en relación a la necesidad identificada y encontrar una opción para responder a ella;
  3. Brindar cuidados, implica un compromiso y una tarea concreta para satisfacer las necesidades de atención, y generalmente requiere una relación directa entre la persona que brinda los cuidados y quien los recibe.
  4. Recibir atención, representa el último movimiento en que el receptor puede responder demostrando que la atención es sin duda benéfica para el o ella, o demostrar que se le ofrece resulta ineficaz o inadecuado.

En nuestra sociedad es “normal” una distinción dualista respecto del cuidado que debemos superar: El hombre se ocupa de la esfera pública y delas cuestiones que la sociedad debe enfrentar y la mujer ocupa la esfera privada con su responsabilidad atenta a las necesidades cotidianas de la familia, por lo tanto se refuerza la sociedad patriarcal. Los hombres deben saber de la necesidad de ocuparse de las personas y esta situación llevará la discusión a la esfera económica y política. Una sociedad en torno al cuidado allanará el camino al decrecimiento.

Fuente: DAlisa, G ; Demaria,F. y Kallis, G. (2017) Decrecimiento – Un vocabulario para una nueva era. Icaria Editorial. Páginas 139 a 143


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