Entre embargos, déficits financieros, cortes de agua y molinos derrumbados, la SCPL se encamina hacia una conflictiva renovación de autoridades

La Sociedad Cooperativa Popular Limitada atraviesa por uno de los peores momentos históricos. Su presidente se encuentra de licencia, CAMMESA quiere embargarla por la deuda, cerró el ejercicio 2017 con 113 millones de déficit. Los cortes de agua son moneda corriente y para peor se derrumbó un molino del añejo parque eólico. El sábado se eligen los delegados y se aproxima la renovación de autoridades en medio de una profunda crisis.

La distribuidora energética CAMMESA anunció un embargo a las cuentas de la SCPL por una suma que rondaría los 700 millones de pesos, la que se generó a raíz de la deuda acumulada desde 2016 en adelante. El gerente comercial de la entidad, Fernando Lebrún, confirmó la deuda y la atribuyó a una diferencia entre el precio mayorista y la aprobación de tarifas por parte del Municipio; e inclusive aseveró que 250 millones de ese endeudamiento se generaron por la falta de pago a la Cooperativa por parte del Gobierno provincial.

CAMMESA también efectuó una presentación judicial por embargos contra otras cooperativas chubutenses como consecuencia de las deudas que tienen las entidades de Rawson y Sarmiento, como ya lo había realizado con la cooperativa de Trelew. El endeudamiento total con la distribuidora en la provincia ascendería a los 2.000 millones de pesos.

La SCPL atraviesa una las peores crisis históricas, tanto en lo financiero como en lo institucional y las perspectiva es que en la próxima renovación de autoridades que se concretará el 4 de noviembre, una semana antes se efectuará la elección de delegados que votarán al nuevo tercio del Consejo Directivo de la entidad. Los nuevos delegados deberán aprobar o rechazar los resultados deficitarios de los dos últimos ejercicios contables.

En medio de la licencia tomada por el presidente Gabriel Tcharián, su retiro de la Federación de Cooperativas y las versiones que apuntan a su renuncia a la SCPL, la disputa política al interior de la entidad concesionaria del Municipio recrudece entre diferentes sectores partidarios y sindicales que históricamente pugnaron por apoderarse de la Cooperativa que posibilita un marcado poder político y una caja financiera para nada desechable.

Aunque los desmanejos políticos y financieros generaron que la SCPL ingresara en un profundo proceso de crisis, sigue siendo un “botín” que muchos se disputan para manejar; pero lo cierto es que el ejercicio 2017 cerrado el 30 de junio arrojó un déficit de 113 millones de pesos, así lo confirmó Lebrún.

El gerente comercial admitió que “estamos cerrando un ejercicio con una pérdida de 113 millones de pesos por segundo año consecutivo”, aduciendo que “nuestro gran problema es la agilidad de los mecanismos para que las tarifas cubran los costos de servicios”.

La combinación de déficit y embargo pone en riesgo el funcionamiento y la prestación de los servicios de la entidad cooperativa; las constantes roturas del acueducto y los permanentes cortes en el suministro de agua potable, son una clara muestra de los problemas y sus consecuencias para los usuarios comodorenses y de la región a la que abastece.

Mañana viernes entre las 10 y las 14 horas, los socios de la SCPL que titulares de medidores podrán retirar las credenciales de votación para poder participar el sábado de las elecciones de delegados. Se elegirán 154 delegados titulares y 32 suplentes para que el 4 de noviembre se renueven de 10 cargos de los 30 cargos que conforman el Consejo Directivo de la entidad.

La vecinalista del barrio Juan XXIII, Jimena Cores cuestionó que la SCPL no permitió que se inscriba en representación de la vecinal para participar de la asamblea que votará los nuevos delegados; denunciando que “nos dicen que las vecinales no son socias de la cooperativa” y “hablé con Lebrun pero no me lo quiso dar por escrito”.

Como una triste metáfora de la crisis que invade a la SCPL, en los últimos días se quebró y derrumbó uno de los molinos eólicos del Parque Eólico Antonio Morán, ese mismo que hace décadas atrás era el orgullo prometedor de la Cooperativa y que se preanunciaba como la arista por la que Comodoro Rivadavia se convertiría en la principal productora de energía limpia del país y el continente. El proyecto eólico fracasó, no creció, se estancó y ahora hasta se derrumban peligrosamente los molinos en el Cerro Chenque.


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