La suba del dólar y la elevada inflación llevaron a que los salarios pierdan fuerza para salir de turismo al exterior y se piense en destinos domésticos
El turismo dentro de Argentina está a pasos de vivir una temporada de verano muy positiva y con récord de visitantes, aunque no precisamente por méritos propios.
Uno de los causantes que genera mayor demanda de los destinos domésticos es que el dólar aumentó alrededor de 100% durante todo 2018, hecho que encareció notablemente los costos de viajar al exterior.
Otro motivo que juega en contra del turismo en el exterior tiene directamente que ver con la escalada inflacionaria: a los argentinos les alcanza menos el salario que, en su gran mayoría, no aumentó al mismo ritmo que los precios de los productos y servicios de la economía. Algo que se corrobora en las caídas de consumo en supermercados y shoppings, entre otros rubros.
Con este panorama de menos pesos disponibles en los bolsillos y que el salario vale menos en dólares, las familias deben armar todo un rompecabezas presupuestario para poder irse de vacaciones y los destinos domésticos acaparan casi todas las opciones.
En este contexto, los cambios en el consumo causados por la crisis económica se están evidenciando, de acuerdo a distintas fuentes consultadas por iProfesional.
En los rubros que se vinculan con el turismo dentro de Argentina se observa un adelantamiento en las reservas para “congelar” precios, al mismo tiempo que se prevé que los argentinos realicen en el verano escapadas más cortas, que suspendan la compra de algunos servicios y productos, y que busquen alternativas para bajar el gasto familiar.
De hecho, un informe de Kantar TNS afirma que la planificación de vacaciones se verá afectada en el 68% de los argentinos por los cambios en la economía.
Y agrega que el 93% de los encuestados declara haber reducido o dejado alguna categoría de consumo o gasto frente a la situación económica actual.
En la misma línea, según el Índice de Confianza Nielsen, un 30% suprimirá las vacaciones cortas (escapadas) y otro 29% suprimirá las vacaciones anuales.
Primero lo nuestro
“Los viajes al exterior es uno de los hábitos que sufre, en mayor medida, una disminución de las compras afectadas por la devaluación”, puntualizó Agustina Servente, directora de Innovación de Kantar TNS y Kantar Millward Brown.
En consecuencia, muchas familias enterraron la idea de ir a las playas de Uruguay, Brasil, Caribe y Miami por el encarecimiento de los pasajes y el alojamiento, y comenzaron a ver destinos internos.
“En general, la demanda por propiedades en alquiler temporal dentro de Argentina ya presentó un incremento entre octubre de 2017 y octubre de 2018 del 21%. Mientras que la demanda por propiedades fuera del país disminuyó en un 46%”, resume a iProfesional Hernán Ibáñez, gerente comercial de Mercado Libre Clasificados.
De hecho, esta tendencia de adelantamiento en la búsqueda de propiedades para veranear en el país comenzó a evidenciarse en pleno septiembre, mes en el que el dólar se recalentó al subir 12% y superó los $40. Algo que también aceleró la suba de precios de la economía.
En cifras, como tendencia, la demanda de viviendas en alquiler temporal en Argentina se incrementó más de 87% en septiembre de este año respecto al mes anterior, según Mercado Libre Inmuebles.
Este comportamiento muestra un apuro fuera de lo común por asegurarse un lugar en los centros turísticos nacionales, debido a que en 2017 este aumento exponencial de reservas se dio recién un mes después: en octubre.
Dentro del ranking “top 10” de los destinos más demandados para alquileres temporarios, este vocero sostiene que Mar del Plata, Villa Gesell, San Bernardo y Pinamar siguen liderando el ranking desde el año pasado.
Aunque a diferencia del 2017, uno de los destinos que mayores visitas tiene es Costa Esmeralda (localidad del Partido de la Costa cercana a Pinamar), con un aumento del 109% respecto al año anterior.
Recortes vacacionales
De acuerdo al relevamiento de Kantar, el 80% “eficientizó” el gasto para no dejar de vacacionar adoptando medidas como: viajar menos que lo previsto (37%), elegir un destino más barato (25%), contratar opciones de vuelos y hospedajes más económicos (21%) u optando por métodos de pago más flexibles (12%).
El acortamiento de los días para las escapadas es uno de los principales cambios que se comienzan a proyectar en el sector.
“Aspiramos a tener una buena ocupación en enero. Sin embargo, la tendencia es optar por periodos vacacionales más cortos, y esto se ve especialmente en febrero. En algunas regiones, el promedio de estadías es de seis noches o incluso tres”, resume a iProfesional Graciela Fresno, presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA).
Respecto a los cambios en el consumo que está observando, indica que la masa de clientes en el sector hotelero gastronómico es “muy heterogénea”.
“Algunos segmentos prefieren modalidades de alojamiento que les permiten prescindir de algunos servicios y bajar el presupuesto, como es el caso de las cabañas”, describe Fresno.
Al respecto, Ibáñez agrega que en Mercado Libre “notamos que las búsquedas aumentan en aquellas propiedades que tienen un mayor tamaño, es decir, casas con más de cuaatro habitaciones y pileta”.
Así, el promedio de visitas de los interesados en alquilar aumenta a un 61% en aquellos inmuebles que tienen pileta, mientras que en el 2017 este interés apenas fue del 26% de las búsquedas.
Esto significa que en el plan de “achique” de los argentinos, las familias numerosas o grupos de amigos se juntan para vacacionar en búsqueda de reducir los gastos de alojamiento y salidas a playas o lagos.
En Villa Carlos Paz (Córdoba), por ejemplo, desde FEHGRA observan una notable retracción en los gastos relacionados al entretenimiento, como “es en este destino la oferta de teatros, que suelen impactar en el presupuesto del grupo familiar”, resalta Fresno.
Con respecto a los traslados, agrega la experta que en algunas ciudades se ha observado la disminución de llegada en automóvil, que fue reemplazado por el transporte de larga distancia o el avión low cost.
“De esta forma, se evita el costo del combustible y de los peajes, pero también el de las playas de estacionamiento cubiertas”, subraya Fresno.
En algunos destinos, como por ejemplo Mendoza, se evidencia un aumento de visitantes chilenos, por el cambio favorable que tienen por la devaluación del peso argentino, y también de brasileños, por nuevas conexiones aéreas.
“En gastronomía, hay más restricción en el gasto y disminución de cantidad de salidas. Cada vez con más frecuencia, ya que es una tendencia que se ve desde los últimos años, la familia comparte platos, evita el consumo de postres y de bebidas alcohólicas. Los que eligen comer en restaurantes, suelen optar por opciones más económicas”, resume Fresno a iProfesional.
A la vez aclara que una tendencia que se posiciona cada vez con más fuerza es la del cliente que busca estar conectado a Internet y también prefiere un consumo diferente a una mayor variedad de productos, como alimentos gourmet, cafés especiales, bebidas naturales, pastelería artesanal, propuestas vegetarianas, entre otras alternativas.
También destaca que la modalidad de venta por delivery viene creciendo impulsada por las nuevas tecnologías que ofrecen aplicaciones para móviles y sitios webs para realizar pedidos, pero “también impulsados por empresarios gastronómicos que buscan incrementar sus ventas o reposicionarse”.
Precios bajo la lupa
De acuerdo a un relevamiento realizado por el sitio Alquiler Argentina, el 80% de los turistas priorizan la tarifa como un filtro de selección para reservar sus vacaciones.
Además, para combatir la incertidumbre y especulación, los viajeros priorizan los alojamientos que publican los precios en pesos.
Según las estimaciones de mercado, en la Costa o Córdoba un alquiler temporario ronda un promedio de $2.300 diarios para cuatro personas. Es decir, se está proyectando incrementos en los precios de los alojamientos en torno al 30%, un nivel por debajo de la inflación.
En resumen, una familia que tiene pensado vacacionar siete días, gastará aproximadamente $16.500 en alojamiento.
“Hace dos temporadas que vemos como el turista argentino organiza sus vacaciones con anticipación y la situación económica actual hace que lo haga aún con más antelación”, estima Judith Gomez Pereyra, coordinadora de Marketing en Alquiler Argentina.
Y completa: “El argentino no va a quedarse sin un descanso pero quiere ganarle a la inflación. Los operadores turísticos locales finalmente lo entendieron y hoy están publicando precios y reservando de manera anticipada, ofreciendo formas de pago y congelando tarifas”.
De acuerdo a los datos que maneja este sitio, el 56% de los propietarios de casas y cabañas ofrece venta anticipada, el 36% propone descuentos y 16% varios métodos de financiación.
Fuente: iProUP