Blockchain es una de las palabras de moda más populares en tecnología en este momento, pero la experimentación con la tecnología de contabilidad distribuida aún se encuentra en las primeras etapas.
Sin embargo, un número creciente de nuevas empresas están explorando cómo aprovechar el poder de la tecnología blockchain para una variedad de propósitos diferentes.
Estos son algunos de los ejemplos más interesantes de hoy.
Smart Valor: es un inicio de blockchain configurado para ‘reinventar la banca privada’. Proporciona una plataforma habilitada por blockchain para que inversores, emisores de activos y facilitadores intercambien valores a nivel mundial.
Espera que esto construya puentes entre las finanzas tradicionales y criptográficas. Smart Valor fue fundada en febrero de 2017 por Olga Feldmeier en Zug, Suiza, con una ronda de inversión inicial de USD 1,5 millones.
Kodak One: (sí, Kodak) es una plataforma de administración de derechos de imagen que ofrece una solución de cadena de bloques que ofrece proteger, distribuir y licenciar fotografías. Esto podría ser un antídoto importante para el aumento de la infracción de derechos de autor y la disminución de las tarifas de licencias que afectan negativamente a la profesión de la fotografía.
Kodak One permite a los fotógrafos rastrear las transacciones de propiedad, derechos y licencias de su trabajo dentro de un mercado común. La plataforma ha tenido un ICO y el lanzamiento está previsto para junio de 2019.
Simple Token: ayuda a las empresas a utilizar blockchain y cryptocurrencies sin necesidad de traer expertos y programadores de criptografía. Proporciona a las empresas las herramientas para diseñar, lanzar y administrar sus propios tokens de marca, anclados a Ethereum. La compañía dice que su visión es ‘para un paquete de software robusto a pedido que le brinda todo lo que necesita para crear y administrar su marca de token economica sin que sus desarrolladores tengan que aprender el código de la cadena de bloques’. Simple Token fue fundada por Jason Goldberg y Nishith Shah en julio de 2016.
FilmChain: cuya presencia en la web actual es, digamos, mínima, es un proyecto blockchain en las obras, que tendrá como objetivo proporcionar una plataforma para los cineastas que implique la recopilación automática de los ingresos obtenidos por las películas y su división entre los participantes, aumentando ambas Transparencia y eficiencia.
ALTR: promete aplicar la tecnología blockchain a uno de los sectores más importantes dentro de la tecnología: la seguridad.
La puesta en marcha, que tiene su sede en Austin, Texas, ha pasado casi cuatro años en “modo oculto”, concentrándose en el avance de blockchain hacia aplicaciones de seguridad de datos. Actualmente posee ocho patentes, con más de 30 pendientes, todas ellas orientadas hacia el uso de blockchain en la ciberseguridad.
El CEO de ALTR, David Sikora, dice que la misión era diseñar una nueva arquitectura de seguridad que llevó a ALTR a blockchain, y no al revés. El lema de ALTR es “Cambio o incumplimiento”, y creen que blockchain es la respuesta a un modelo de ciberseguridad fallido y roto que necesita un cambio radical.
Dentacoin: se anuncia a sí misma como “la solución blockchain para la industria dental global”. Su objetivo es agilizar la atención dental mediante el establecimiento de “contratos inteligentes” entre pacientes y dentistas. Espera hacerlo reemplazando el modelo existente en el que las compañías de seguros obtienen primas altas con una en la que los pacientes pagan una pequeña contribución directamente a los dentistas. Dentacoin dice que espera que esto permita que los dentistas dejen de crear valor a corto plazo para los beneficios a largo plazo de la atención dental preventiva.
Fue lanzado en los Países Bajos en febrero de 2017 y ha sido adoptado por 13 clínicas desde entonces.
Estos son unos pocos ejemplos de cómo el Blockchain ha incursionado en otras áreas, en este caso en las organizaciones pivotantes de alto crecimiento conocidas como startups, este puede ser un área interesante para continuar indagando y nos llevaría a la pregunta de ¿Hacia dónde nos lleva el futuro y como anticiparnos para aprovechar el ahora?
Fuente: ProEconomía