Si un argentino compraba USD 2.000 en Bitcoins hace 9 años, hoy sería la persona más rica del país

Por Gonzalo Arzuaga*.

En ese contexto es bueno recordar lo que pasaba en el mundo de las criptomonedas allá por el año 2010 cuando, sin saberlo, Laszlo Hanyecz entró en la historia como la primera persona que usó Bitcoins para comprar un objeto real. En su caso, dos pizzas por 10.000 unidades de la criptomoneda estrella.

Ese 22 de mayo de 2010 se produjo una de las transacciones más peculiares en la corta historia de las criptomonedas. Hanyecz, un programador de la Florida, en Estados Unidos, posteó en el foro Bitcointalk que quería dos pizzas y que estaba dispuesto a darle 10.000 Bitcoins a quien se las trajera.

Otro usuario del foro, que vivía en Inglaterra, se tomó en serio la oferta y pagó online USD 25 dólares en el sitio web de Papa John’s para que le entreguen la comida a Laszlo en su domicilio. Obviamente recibió los Bitcoins ofrecidos y se estableció por primera vez un valor de mercado real de USD 0,0025 dólares por cada unidad de la criptomoneda.

Si se considera el valor de hoy, con el Bitcoin que cotiza a USD 6.100, esas dos pizzas costaron USD 61.000.000. Siempre es fácil hablar con el diario del lunes.

La persona más rica de Argentina

Según la revista Forbes, la familia Rocca es la más rica de Argentina, con un patrimonio de USD 4.100 millones. Para superarlos –en números redondos– se necesitarían USD 5.000 millones, o 819.700 Bitcoins.

Con poco más de USD 2.000, en 2010 se hubiera podido comprar esa cantidad de la criptomoneda más famosa. Y, de esa, manera, ese comprador hipotético se convertiría hoy en la persona más rica del país. En solo 9 años y sin haber hecho otra cosa más que seguir teniendo intactos aquellos Bitcoins. Otra vez, el diario del lunes.

El ejercicio es apenas un juego, e imposible de concretar, además. Nadie hubiera podido comprar entonces todo el stock de Bitcoins. Hace 9 años no existían los exchanges (las casas de cambio virtuales dedicadas a compra y venta de criptomonedas) y hubiese sido muy difícil contactar a todos los poseedores de la criptomoneda. Todo inversor sabe que cuando se va comprando gran parte del stock de cualquier mercadería, el precio de las restantes unidades termina subiendo dramáticamente por la escasez residual.

Más allá del juego y de los inconvenientes “técnicos”, con sólo USD 2.000 invertidos en aquel momento se sería el más rico de Argentina ganándole a fortunas que se construyeron en 50 años o más de esfuerzo, suerte, dedicación, trabajo duro, presiones y varias generaciones.

 Algo muy saludable como estrategia de inversión en activos tan volátiles es determinar qué porcentaje total del portafolio de inversiones se le va a asignar a criptomonedas. Como máximo el 1% o 2 por ciento

Bitcoin incrementó su valor más de 2.000.000 de veces en tan solo 9 años. Ahora, la pregunta del millón es cuántas veces va a multiplicar su valor en los próximos 9 años, desde ahora hasta 2028. ¿Serán 1.000 veces o 100 veces? También pueden ser 10… O cero. Como sea, el impacto que van a tener las criptomonedas y blockchain en la vida cotidiana recién está empezando a despertar. Sólo como referencia: si valiera 100 veces más en 9 años, eso daría que un Bitcoin costaría USD 610.000.

Muchos medios de todo el mundo aseguran que Bitcoin viene desplomándose, o “reventando su burbuja”, desde hace años. Los titulares explotan con comentarios del estilo “De 20.000 a 3.000 dólares, el Bitcoin ha muerto para siempre”.

Es interesante que el activo financiero al que peor parece haberle ideo en los últimos tiempos –hasta llegar a la muerte, para algunos–, es el único que ofreció un retorno superior a las dos millones de veces en 9 años. Un retorno financiero de otra galaxia.

Para quienes se sientan tentados a invertir en criptomonedas –quizás pensando en ser el próximo billionaire récord de Argentina–, cinco recomendaciones sobre cuanto invertir en este activo tan volátil.

1 – No invertir demasiado. Si no se tiene seguridad, hay que invertir menos de lo que se pensaba. De esa manera hay cobertura ante el error. Es fácil dejarse llevar por comentarios, rumores, noticias, más que por información sólida, con fundamentos. Algo muy saludable como estrategia de inversión en estos activos es determinar qué porcentaje total del portafolio se le va a asignar a criptomonedas. Tiene que ser, como máximo, el 1% o 2 por ciento. Inversores más arriesgados suben hasta el 5 por ciento. Más puede resultar fatal en alguna de las acostumbradas sacudidas violentas que tiene este mercado.

2 – Pensar en el precio promedio. Una vez que se determinó qué porcentaje de la cartera se va a alocar a criptomonedas, conviene invertir de manera metódica: el mismo día de cada mes y también el mismo monto, por ejemplo. Hacerlo metódicamente permite quitarle emocionalidad a la transacción.

3 – Invertir dinero que no se necesite en el corto plazo. El corto plazo, en países como Argentina, puede medirse en horas. Dada la volatilidad mencionada, las criptomonedas deben ser la peor opción de inversión cuando se piensa en horizontes muy cortos, en los que se va a necesitar el dinero para saldar deudas o pagar gastos corrientes. Lo ideal sería pensar en que es una inversión para los hijos. Si no se puede tanto, un horizonte de 5 a 10 años. Menos ideal sería pensar en venderlos dentro de 3 años, y claramente no sería recomendable en uno.

4 – Olvidarse de lo invertido. Sería ideal, aunque es muy difícil de hacer en la práctica. Pensar que el dinero que se invirtió en Bitcoin “ya se perdió”. Hundir la inversión, al menos mentalmente. Es una medida, fundamentalmente psicológica, para preservar la salud mental de la turbulenta evolución de precios que se ven expuestas las criptomonedas todos los días.

Como ejemplo, se puede ver la evolución del valor total de Bitcion desde su creación, en abril de cada año, en miles de millones de dólares:

2011: 0,01

2012: 0,1

2013: 1

2014: 5

2015: 3

2016: 7

2017: 20

2018: 150

2019: 94,8

5 -No es una tabla de salvación. Bitcoin y las criptomonedas deben ser vistos como una parte de una estrategia de inversión global, donde se diversifica en un activo financiero no correlacionado con otras variables financieras o económicas.

* Gonzalo Arzuaga es Fund Manager de Terrifico Capital y autor de “Criptomonedas”.

Fuente: InfoBAE


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