Roberto Lavagna, ¿la bala de plata para sellar la unidad?

El ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, aparece como la figura que podría unir las voluntades de la oposición.

Como en aquél viejo juego “Al Don Pirulero”, cada cual parece atender su juego en materia electoral. El Gobierno Nacional apunta a la polarización, y por eso insiste en presentar encuestas poco creíbles sobre el crecimiento de la voluntad de sufragio a favor de Cristina Fernández de Kirchner, buscando pulverizar el surgimiento de una tercera fuerza política que pudiera derrotarlo en un eventual ballotage. Con resultados económicos de pesadilla, que se pronunciarán en los próximos meses, a Mauricio Macri sólo le queda proponer la alternativa entre Cambiemos y el abismo (Cristina).

La gobernadora María Eugenia Vidal maneja otros datos, y sabe que su buena imagen positiva -48 por ciento según los encuestadores más optimistas- le alcanza para ganar la reelección en comicios provinciales, que no tienen ballotage, podría verse empañada en caso de ir pegada a una boleta nacional con Mauricio Macri a la cabeza, por lo que fogonea a toda máquina el adelantamiento de las elecciones.

Del lado de la oposición, Juan Manuel Urtubey inició el año anunciando su candidatura presidencial, y se dispone a peinar la provincia de Buenos Aires, anunciando una interna con Sergio Massa dentro del espacio de Alternativa Federal.

Por su parte, los radicales dudan entre seguir en Cambiemos, ir con lista propia o sumarse a un Frente Nacional con Alternativa Federal y el socialismo.

Del lado del Frente Patriótico, tanto Agustín Rossi como Felipe Solá anunciaron hace tiempo sus pretensiones presidencialistas, mientras que Fernando Espinoza, Verónica Magario, Juan Manuel Insaurralde, Francisco “Paco” Durañona y Axel Kicillof afirman su pretensión de competir por la Gobernación bonaerense.

Pero la gran duda es qué hará Cristina. Con el mejor porcentaje de votos propios, la ex presidenta, paradójicamente, parece ser la mejor garantía para mantener al peronismo fracturado, al tiempo que perdería en un eventual ballotaje con Mauricio Macri. Y así, mientras sus fanáticos insisten en que debe presentarse a candidata a gobernadora frente a María Eugenia Vidal y, tras su victoria, presentarse a la contienda electoral ante Macri, la Jefa se mantiene en silencio y la decisión a tomar le ha quitado el sueño. Sabe que no podría soportar una nueva derrota electoral al hilo frente a Cambiemos, mucho más si es a manos de Vidal y por un cargo de gobernadora.

Es por esta razón que se han incrementado los contactos con Sergio Massa, para tratar de alcanzar una fórmula de unidad que, naturalmente, debería excluirla. ¿Por qué Massa? Porque, justamente, el ex intendente de Tigre cuenta en sus filas con el actor político con mejor imagen pública de la Argentina: el economista Roberto Lavagna, quien, desde hace siete meses nunca baja de los 50 puntos en las preferencias de los votantes.

La figura de Lavagna como candidato de unidad es promovida desde hace meses por el ex presidente Eduardo Duhalde. Es un sujeto medido, enemigo de la exposición pública y de las declaraciones rimbombantes, y goza de excelente valoración dentro y fuera del mundillo político. Además, como factor adicional, su avanzada edad garantiza que no optaría a una eventual elección, por lo que postergaría las pretensiones del resto de los candidatos hasta 2023.

Aunque tal vez no sea estrictamente así, la sociedad argentina reconoce en Lavagna al mago que consiguió sacar al país de la crisis de 2001, y tiene en claro que la situación que deberá enfrentar el próximo presidente no tendrá nada de envidiable, por lo que no sería tiempo de recurrir a quien ya ha demostrado su experticia en medio de la catástrofe.

La única condición que pondría el economista es que su candidatura provenga de una aclamación popular, sin ninguna interna ni cuestionamiento interno de por medio. Cuenta, de partida, con un amplio respaldo sindical, ya que luego de su postulación por parte de Duhalde, se sumaron a la propuesta Luis Barrionuevo (Gastronómicos), Armando Cavalieri (Comercio), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Omar Maturano (La Fraternidad), Roberto Fernández (UTA) y Gerardo Martínez (UOCRA).

Curiosamente, en tiempos de política mediática, Roberto Lavagna registra su última aparición en los medios a principios de agosto de 2017. Es que, como Cristina o Macri, que no necesitan presentar programa alguno a la sociedad, porque son de por sí un programa, Lavagna expresa un programa de crecimiento económico, despegue industrial y desarrollo de la matriz productiva.

Así las cosas, en tanto Sergio Massa teme por caer nuevamente derrotado por la polarización, y CFK sabe que no puede ganarle una elección a Cambiemos en las circunstancias actuales, se comprende rápidamente las razones que posibilitan un acercamiento entre ambos. También apuesta firmemente a su candidatura Juan Schiaretti (Córdoba), que necesita sumar los votos de Unidad Ciudadana para conseguir su reelección, y hay varios gobernadores peronistas en situación similar.

Reconocido por los radicales como Secretario de Industria y Comercio de Raúl Alfonsín, con buen trato con los socialistas y respeto indudable dentro del peronismo, la candidatura de Roberto Lavagna parece ser la bala de plata con la que cuenta la oposición a Cambiemos para sellar un Frente de Unidad. Aunque esto no sea del agrado del ultra-cristinismo, que ve con sumo desagrado la pérdida de peso significativa en las listas que experimentaría si esta alternativa se concreta.

Fuente: Agencia NOVA


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