Muy poco: crédito sobre PIB termina 2019 en sólo 8,3%

Los depósitos en pesos del sector privado crecieron 1% mensual en noviembre. En términos reales, la caída mensual fue de 3%, según LCG. Para el cálculo, se utilizó un IPC de 4,1% para el mes pasado. Desde agosto acumulan una baja de 14% real.

En términos anuales, la variación también se ubicó por debajo de la inflación esperada y fue la mayor caída del año (-11,6% interanual).

Asimismo, los depósitos a la vista cayeron 4,5% mensual real y, en términos anuales, la caída fue de 5,3% real.

Los depósitos a plazo cayeron 2,1% mensual real y 18,2% interanual real. Las colocaciones mayoristas mostraron un repunte (crecieron 1,4% mensual real) y, así, revirtieron la caída de octubre. Por el contrario, las colocaciones minoristas (43% del total) aceleraron la caída y mostraron una variación mensual real de -6,6%.

“El llamado ‘cepo hard’ restringe los pesos que pueden ir destinados a la compra de la moneda extranjera. Esta situación sumada a las normas de compliance, que limitan las operaciones con Contado Con Liqui (CCL) de muchas empresas, explica el crecimiento que se ve en las colocaciones mayoristas”, agregaron en LCG.

Con respecto a las colocaciones minoristas, agregaron, la caída de las tasas pasivas y la poca liquidez que tienen los ahorristas (casi toda la cartera dolarizada antes de las elecciones) desincentivan sus colocaciones a plazo.

El efecto, la caída de los depósitos en dólares responde al efecto de haber endurecido el cepo, dijo LCG, “ya que aplacó la incertidumbre previa que generaba la fuerte caída de las reservas”.

Los préstamos

Los préstamos al sector privado en pesos crecieron en promedio 0,3% mensual real en noviembre, aunque cayeron 25,4% real en términos interanuales.

Los préstamos al consumo (personales y tarjetas de crédito) crecieron 2,1% mensual real y cayeron 23,6% real contra 2018.

“En noviembre, se reafirmó la tendencia que se observó el mes previo cuando los préstamos se mantuvieron inalterados en términos mensuales, frenando las caídas que se evidenciaron en todo 2019”, dijeron en LCG.

El crecimiento (leve) de noviembre es el primero de 2019 y se debe principalmente al fuerte repunte del financiamiento con las tarjetas de crédito (+7,7% mensual). “A ese incentivo, se suma el impacto de los controles cambiarios que impide el ahorro mediante la compra de moneda extranjera”, agregaron en LCG.

En contraposición, los préstamos personales siguen cayendo (-4,3% mensual) y aceleran la baja respecto a octubre. Aquellos con garantía real (hipotecarios y prendarios) aceleraron la caída mensual y mostraron una variación de 4,4% mensual real (-36,9% interanual real). Fue la única financiación que cayó mensualmente y la más perjudicada en términos anuales.

“El financiamiento a empresas desaceleró el crecimiento y aumentó apenas 0,1% mensual. Documentos a una sola firma aumentó 3,2% mensual, pero adelantos revirtió la fuerte suba del mes pasado (+10%) y cayó 2,6% mensual real. En términos anuales, los créditos recibidos por las empresas cayeron 21% real”, agregó LCG.

¿Cómo sigue?

“La dureza del cepo que rige actualmente el mercado financiero continuará apaciguando la migración de depósitos en pesos a dolarización de portafolios. Sin embargo, a medida que aparezcan los pesos en el mercado y se sigan restringiendo los canales de ahorro, los depósitos a plazo podrían volcarse hacia el consumo de bienes durables o hacia el mercado paralelo, ampliando la brecha cambiaria. Las tasas reales positivas podrían morigerar ese efecto y mostrar más atractivos los plazos fijos. Respecto a los depósitos en dólares, cepo mediante, es de esperar que continúe estable en los niveles actuales. El crédito a empresas seguirá repuntando marginalmente. Asimismo, es muy posible que el Gobierno entrante utilice el mercado del crédito como un canal para repuntar el consumo y la actividad interna. De esa manera, es esperable que se anuncien políticas para reactivar los préstamos financieros”, proyectaron desde LCG.

Fuente: El Economista


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