“Es la deuda, estúpido”: Chubut sigue perdida en su laberinto, paga tasas desquiciadas y tiene 120 mil pobres sin asistencia

Por Marcelo García.

Intentar transitar la crisis financiera chubutense endeudándose a tasas del 95% es otro de los despropósitos en los que se sigue hundiendo el gobierno de Arcioni. Ni que hablar si esas nuevas deudas son tomadas para pagar salarios o usarlas en gastos corrientes. Si la plata no alcanza para hacer funcionar mensualmente al Estado provincial, no es por culpa de los salarios o los aumentos. Tampoco porque se hagan grandes obras públicas o porque los ingresos se deprecian frente a la inflación. La verdad evidente es que Chubut se endeudó de manera brutal e irresponsable. Si la provincia no tuviera que afrontar los desembolsos de los intereses y las amortizaciones de la deuda en dólares, al Estado chubutense le sobrarían cerca de 900 millones de pesos mensuales para mejorar la calidad de vida y la producción de sus habitantes.

“Es la economía, estúpido” (It’s the economy, stupid) fue la frase que se popularizó durante la campaña electoral estadounidense de 1992, cuando Bill Clinton enfrentó por la presidencia a George W. Bush (padre).

En Chubut bien podría reconvertirse el enunciado al de “Es la deuda, estúpido”, aunque en tren de agregar adjetivos calificativos se podría derrapar hacia barbaridades lingüísticas irreproducibles; mejor quedarse con el “It´s the debt, stupid”.

Es que ahí, en la deuda en dólares tomada por Chubut, está una de las claves principales de las laberínticas e interminables crisis recurrentes. Es evidente que la clase política no se hace cargo de su responsabilidad por el endeudamiento y tampoco se propone avanzar con una solución seria y perdurable en función del aumento del incremento tributario de los ingresos provinciales.

Algunos aprovechan para intentar meter a presión la minería tan rechazada socialmente, otros no tienen más ideas que la de un ajuste en la planta de personal y el gasto público. Lo cierto es que a nadie se le cae una propuesta superadoramente interesante. La inmensa mayoría solamente busca zafar y seguir dándole a la manivela de la deuda.

La salida transitoria y espiralizada de tomar más deuda para pagar la deuda anterior y cancelar los salarios que se pagan de manera escalonada es uno de los mayores despropósitos que está consolidando la gestión de Mariano Arcioni y sus funcionarios del área económica.

Qué semana

Esta semana que pasó se supo que Chubut fue autorizada por la Casa Rosada a emitir nuevamente Letras del Tesoro para poder cubrir los desembolsos generados por los salarios provinciales.

Arcioni y su ministro de Hacienda Oscar Antonena volvieron a endeudar a Chubut, ahora con el ANSES. Emitieron deuda por 1.300 millones de pesos a una elevadísima tasa de interés anual que llegó al 95%; es decir que sobre esos 1.300 millones tomados para pagar sueldos, la provincia deberá devolver la notable suma de 2.535 millones de pesos.

Este no es el primer endeudamiento de urgencia efectuado por la provincia para pagar salarios. Ya había colocado a fines de agosto otros 500 millones de pesos a una tasa de repago que en ese momento fue del 69%; por los que terminará pagando 845 millones de pesos.

Sobre un total de 3.250 millones de pesos que Nación autorizó a Chubut para emitir nueva deuda en pesos, la provincia ya utilizó 1.800 millones para pagar salarios -el 55% de todo lo posible-, pero terminará pagando por esas letras un total de 3.380 millones de pesos como consecuencia de las altísimas tasas de interés.

Sin perspectivas para una salida de fondo y buscando llegar a la otra orilla del río para que tras las elecciones se le vuelvan a habilitar los fondos nacionales -al estilo de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) sin devolución-, se le sigue dando rienda suelta al festival del despilfarro.

Chubut se gastó la mitad de las balas de plata que tenía disponibles para el remanido “Plan Seis Meses”. Ahora le queda solamente la posibilidad de emitir más deuda por un total de 1.450 millones de pesos para llegar hasta diciembre. Profundizará así la espiralización del endeudamiento eterno, que no resuelve problemas de fondo ni tampoco de coyuntura porque los sueldos estatales se siguen pagando atrasados.

Mirando a futuro, si la tasa de interés del 95% con el ANSES parece elevadísima sólo hay que observar que la tasa abierta del mercado es aún peor porque ronda el 120% anual y no habría que descartar que para volverse a endeudar en los próximos dos o tres meses Chubut tenga que pagar ese interés desquiciado.

La aspiradora de dólares de la deuda

Los fondos recaudados por las arcas provinciales no ingresan todos juntos a Chubut el primer día del mes, ni los propios ni los coparticipables, sino que van siendo transferidos diariamente para que estén disponibles por el Estado.

El problema central es que la deuda emitida en dólares está garantizada por las regalías petroleras y las mismas quedan inmovilizadas hasta que se cubre el monto mensual que corresponde al pago de los intereses y las amortizaciones de esos endeudamientos.

Entre esos dos rubros, según los datos del primer semestre del año, Chubut debió pagar antes de tener disponibles las regalías un total de 5.305 millones de pesos; de los cuales 2.280 millones correspondieron a intereses y los 3.137 millones restantes a las amortizaciones correspondientes a los bonos emitidos en el extranjero por 1.159 millones de dólares a lo largo de los últimos 10 años.

Mensualmente esas cifras se traducen en cerca de 900 millones de pesos que todos los meses la provincia destina al pago de su deuda externa en dólares. Lógicamente esos desembolsos no se tradujeron en ninguna mejora sustancial en el funcionamiento del Estado, en la calidad de vida de sus habitantes ni tampoco en el desarrollo de un plan productivo y sustentable en el tiempo.

Si hoy esa deuda inexplicable no se hubiera tomado y malgastado, Chubut contaría todos los meses -a pesar de aumentos salariales abultados que se produjeron por el atraso de los años anteriores- con un promedio de casi 900 millones de pesos sobrantes. Los podría destinar para solucionar los problemas de infraestructura de las escuelas, los hospitales y hasta la instrumentación del desarrollo productivo provincial.

Confesión de parte

Tal como publicó El Extremo Sur, el informe que la propia administración provincial presentó en la reunión con intendentes a principios de septiembre explica cómo es el mecanismo de cancelación de deuda inmoviliza las regalías petroleras hasta que se salden los vencimientos y luego libera los sobrantes para que el Poder Ejecutivo pueda utilizarlos.

“Los títulos tienen garantías de regalías hidrocarburíferas, que son retenidas por un fideicomiso hasta completar los servicios de capital e intereses previstos y gastos asociados y puestas a disposición de los tenedores en las fechas de pago. Esto implica que la provincia ve sustancialmente disminuidos sus ingresos anticipadamente ya que en las cuentas de reserva se mantienen depositados hasta dos servicios de renta y amortización, dependiendo de los títulos considerados”, revela el material elaborado por el gobierno de Chubut.

Traduciendo el mecanismo a números, significa que en el primer semestre del año se inmovilizaron 81,8 millones de dólares cobrados por regalías para pagar la deuda en moneda estadounidense y que recién después el Estado pudo hacer uso de los 73,3 millones de dólares sobrantes por las regalías petroleras. En el tercer trimestre la inmovilización para la deuda alcanzó a los 40,4 millones de dólares y en todo el segundo semestre no se podrán tocar 80,4 millones de dólares; recién después se pueden pagar los sueldos y concretar los demás gastos que debe efectuar el Estado provincial.

A manera de ejemplo y más allá de algunos detalles que solamente son manejados por los funcionarios del área económica provincial, el mecanismo del pago de la deuda garantizada por las regalías petroleras es uno de los que traba esencialmente el flujo de fondos provinciales.

Aunque los vencimientos tienen variaciones mensuales y fuertes subas cada tres meses, de alguna manera funciona un esquema de equilibrio que los hace emparejarse mensualmente para su cancelación poniendo en funcionamiento el Fideicomiso de Garantía que retiene todos los meses el monto proporcional para poder pagar los vencimientos de cada uno de los bonos emitidos.

Esto significa que todos los meses Chubut paga primero con sus ingresos por regalías la deuda externa tomada en dólares. Eso representa la utilización de casi la mitad de las regías cobradas en dólares por mes.

Una vez que cubre esos montos y distribuye los proporcionales a los municipios, recién después puede utilizar los esos ingresos para el pago de salarios y otros gastos corrientes.

La aspiradora de la deuda absorbe una porción importantísima de los ingresos provinciales como son las regalías petroleras; y estas dificultades se extenderán con intensidad hasta el año 2026 cuando termina de vencer el último bono endeudamiento con el que se tomaron prestados los 650 millones de dólares durante el 2016 (a una tasa de interés en U$S del 7,75%) y que es pagadero en 10 años.

Estado ausente: de los sueldos atrasados a la pobreza

El centro de la escena está ocupado por el pago escalonado de los salarios estatales. Sin embargo, ese tema importantísimo -que debe resolverse en tiempo y forma- no debería hacer perder de vista que en la provincia hay 120.707 pobres a los que el Estado no les está brindando ni la cobertura ni la atención a la que está obligado.

Los últimos datos del INDEC para el primer semestre del año revelaron que en Comodoro Rivadavia la pobreza se duplicó, pasando del 14,8% en la primera mitad del año pasado hasta llegar al 29% en este 2019. Solamente en la ciudad petrolera se concentran 66.776 pobres, 33 mil más que el año pasado.

Se deben sumar los 53.931 pobres informados por el INDEC para las ciudades de Trelew y Rawson durante la primera mitad del año; que incluye unas 15.908 personas que se cayeron a la pobreza en un año.

A este panorama desolador hay que agregarle el 9,3% de desocupados y el 10% de subocupados contabilizados en Trelew y Rawson por el instituto estadístico nacional; y el 6% de trabajadores sin empleo y el 3,5% de ocupados precarios existentes en Comodoro Rivadavia. Ellos representan 21 mil personas sin trabajo o con problemas de empleo entre las ciudades de Trelew, Rawson y Comodoro Rivadavia.

Chubut es una provincia “rica” por sus recursos naturales, pero se está llenando de pobres y sigue sumando desocupados por las políticas nacionales de recesión e inflación y por el endeudamiento y los malos manejos provinciales.

Según un informe elaborado por el economista Federico Muñoz, integrante de la Universidad Nacional del Sur, Chubut es la quinta provincia con más altos ingresos per cápita del país, con un promedio de 18.000 dólares anuales. Al mismo tiempo es la tercera provincia con más incidencia de su deuda en dólares, que representa el 12,5% de su Producto Bruto Geográfico -equiparable con el concepto del PBI nacional-.

Hasta ahora no se observan alternativas serias para intentar solucionar la crisis estructural provincial. Chubut tiene capacidad productiva y de generación de riquezas -más allá de la embestida pro minera- para renegociar o cambiar el perfil de los vencimientos de la deuda en dólares, elaborar un plan productivo sustentable, ampliar su recaudación tributaria sobre las grandes ganancias y brindar a sus habitantes una mejor calidad de vida que les posibilite vivir dignamente. ¿Tendrá los dirigentes capaces para aplicar las políticas imprescindibles para lograrlo?

Fuente: El Extremo Sur


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