En medio del desencanto de una parte de su electorado y la persistencia por mantener al presidente Mauricio Macri como el único candidato posible, aún cuando su imagen continúa en baja en las encuestas, el eje del plan estratégico de la campaña electoral de la alianza Cambiemos estará puesto en reeditar algunas de las políticas que se aplicaron en 2017, esta vez en un escenario con alta inflación y elevados índices de pobreza y desempleo. La finalidad principal será reactivar el consumo y amortiguar los efectos del ajuste para llegar a octubre próximo con mayores chances de ganar, siempre que eso no conlleve un costo fiscal que vaya en contra del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional ( FMI).
El paquete de medidas que en los próximos días anunciarán desde el Poder Ejecutivo nacional surgió como una respuesta a los reclamos de la dirigencia de la UCR y la Coalición Cívica, e incluso de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, que se ve arrastrada hacia abajo por la gestión de la administración central, pero sobre todo para retomar la iniciativa política y frenar el desánimo que hay en la sociedad a tan sólo cuatro meses de las PASO.
Ampliar el programa de Precios Cuidados, lanzar nuevos créditos del Anses para jubilados, pensionados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo ( AUH) y aumentar el número de cuotas para el pago de las subas tarifarias son algunas de las cuestiones que Macri y su jefe de Gabinete, Marcos Peña, abordaron ayer durante todo el día en la Casa Rosada con un puñado de ministros, entre ellos Nicolás Dujovne, de Hacienda; Dante Sica, de Producción y Trabajo; Rogelio Frigerio, de Interior; y Carolina Stanley, de Salud y Desarrollo Social. Sin embargo, saben que eso no será suficiente para paliar los efectos del “rumbo económico” que desde el oficialismo no se cansan de ratificar. Una de las opciones que está en estudio es apuntar directamente al salario a través de una política similar a la que Vidal llevó adelante en la discusión paritaria con los docentes de la provincia de Buenos Aires, a los que les ofreció un aumento salarial que se ajusta de acuerdo con la inflación y una recomposición de 15,6% por lo perdido el año pasado.
“El objetivo es ir hacia una recuperación económica que garantice un mayor consumo y para eso será necesario recuperar el salario real, además de fortalecer Precios Cuidados y los créditos del Anses”, dijo a BAE Negocios un alto funcionario con despacho en Balcarce 50. Y resumió: “Queremos ir a las elecciones con una estrategia parecida a la de 2017”. Es una incógnita hasta qué punto será posible replicar el escenario de dos años atrás con las actuales variables económicas y un pronóstico que está lejos de ser prometedor, según varias consultoras y hasta el propio FMI. A diferencia de ese entonces, esta vez, el gobierno de Cambiemos contaría con la inauguración de múltiples obras en diferentes distritos, aunque su impacto en la población dependerá de cuánto mejore o empeore el bolsillo del ciudadano de a pie.
La recuperación de las paritarias -tal como admiten en el Ejecutivo nacional- no apunta de ningún modo a que desde los gremios consigan ganarle a la inflación, sino apenas a alcanzar un empate. Algunos dentro de la coalición gobernante sostienen que si llegaran a cumplir esa meta, podrían renovar el nivel de expectativas en algunos de los votantes que apostaron por Macri y hoy están desilusionados con su gestión.
Como sucedió con las retenciones y los planes sociales, que debió aumentar a contramano de su discurso, forzado por la necesidad de que las cuentas fiscales cierren y que la conflictividad social no se extienda, el martes por la noche en la cena anual del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), el jefe de Estado ratificó una vez más su política económica y crítico algunas de las medidas de las que echará mano para asegurarse un segundo mandato. Ni el control de precios, ni la activación del consumo figuraban en la hoja de ruta de su gobierno allá por 2015.
Fuente: BAE Negocios
