El agujero negro de Arcioni: no logra pagar sueldos pese a los adelantos de Nación y los nuevos préstamos

Por Marcelo García.

El gobierno provincial de Mariano Arcioni vuelve a pagar en cuotas los sueldos a los empleados estatales, le sigue debiendo a los prestadores y la obra social estará suspendida buena parte de la semana. Continúa sin poder pagar pese al adelanto de 1.300 millones de pesos por la coparticipación de Nación, de haberse endeudado por 500 millones y haber podido usar 900 millones inmovilizados, sigue sin poder pagar los sueldos.

Ahora iría por los días de paro y se los descontaría a los trabajadores, buscando amedrentarlos para que vuelvan a sus puestos. El conflicto no se resuelve ni tiene miras de encaminarse hasta el año que viene, porque la madre de los problemas surge del enorme endeudamiento en dólares.

Tal como publicó El Extremo Sur el 25 de agosto, el único plan que tiene Arcioni para sostenerse en el gobierno y asumir su mandato el 10 de diciembre es llegar como sea a fin de año y esperar que la victoria de la fórmula del Frente de Todos con Fernández & Fernández le habilite un flujo relevante de fondos mensuales que le permita pagar los gastos corrientes, entre los que se encuentran los sueldos que no logra afrontar.

El “Plan seis meses” es la única política que el gobernador chubutense instrumentó para la enorme crisis provincial, pero no incluye más que las metáforas de “cruzar el río” o “llevar el barco a puerto”, tal como viene diciendo el macrismo a nivel nacional. Esa es la única estrategia propuesta y para hacerla efectiva necesita que los estatales vuelvan a las aulas y a sus puestos de trabajo, pero que además acepten mansamente el pago atrasado de los salarios hasta por lo menos principios del año que viene. Ver el artículo: https://www.elextremosur.com/nota/21255

La mancha venenosa

Más allá de las escasas ideas para subsistir, lo cierto es que de fondo se esconde a la madre de todos los problemas. La deuda de Chubut llegaría este tercer trimestre del año a los 54.000 millones de pesos y ahí radican los principales dificultades de las cuentas provinciales.

Los 1.159 millones de dólares de deuda tomados desde 2010 forman parte de la mancha venenosa, nadie se quiere hacer cargo de ellos y tampoco hablar de tamaño endeudamiento que se esfumó como por arte de magia ya que no se tradujo en obras de infraestructura significativas, mejoras en las condiciones edilicias de las escuelas y mucho menos en el funcionamiento cotidiano de los servicios del Estado.

Ni el oficialismo y menos la oposición, tanto la peronista como la no peronista, ponen en el centro de los problemas a la deuda y sus vencimientos que se agigantan cada vez que el dólar se dispara. Los peronistas no dasnevistas, los propios dasnevistas residuales, los arcionistas y los que no son peronistas están manchados de una u otra manera por la toma de la deuda o por la facilitación y la falta de control desde el ámbito legislativo.

El informe que la propia administración provincial presentó en la reunión con intendentes a principios de mes explica cómo el mecanismo de cancelación de deuda inmoviliza las regalías petroleras hasta que se salden los vencimientos y luego libera los sobrantes para que el Poder Ejecutivo pueda utilizarlos.

“Los títulos tienen garantías de regalías hidrocarburíferas, que son retenidas por un fideicomiso hasta completar los servicios de capital e intereses previstos y gastos asociados y puestas a disposición de los tenedores en las fechas de pago. Esto implica que la provincia ve sustancialmente disminuidos sus ingresos anticipadamente ya que en las cuentas de reserva se mantienen depositados hasta dos servicios de renta y amortización, dependiendo de los títulos considerados”, revela el material elaborado por el gobierno de Chubut.

Traduciendo el mecanismo a números, significa que en el primer semestre del año se inmovilizaron 81,8 millones de dólares cobrados por regalías para pagar la deuda en moneda estadounidense y que recién después el Estado pudo hacer uso de los 73,3 millones de dólares sobrantes por las regalías petroleras. En el tercer trimestre la inmovilización para la deuda alcanzó a los 40,4 millones de dólares para la deuda y en todo el segundo semestre no se podrán tocar 80,4 millones de dólares; recién después se pueden pagar los sueldos.

Esta deuda es tuya

Algunos buscan vínculos entre las múltiples causas de corrupción provincial con la crisis económica de Chubut, pero en realidad la causa sustancial de todos los males es el endeudamiento de una provincia rica en recursos naturales que “no sabe” en qué utilizó 1.159 millones de dólares y de los que aún quedan por pagar hasta el año 2028 un total de 1.220 millones de dólares; según lo reveló un informe del Observatorio de la Deuda Externa que depende de la UMET (Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo).

De ese trabajo de investigación de la UMET se desprende que más de la mitad de la deuda en dólares se tomó durante la gestión de Mario Das Neves y Mariano Arcioni como vicegobernador que arrancó en diciembre del 2015. En mayo y julio de 2016 se tomaron préstamos por un total de 700 millones de dólares (60% del total) a través del bono BOPRO 2023 (50 millones a 7 años) y del BOCADE (650 millones a 10 años).

En paralelo, el gobierno nacional de Mauricio Macri iniciaba en la Argentina su propio festival de endeudamiento con bonos privados y cuando se le cortó el financiamiento recurrió a nueva deuda, pero con el Fondo Monetario Internacional.

Según la UMET, “Para la gestión de Cambiemos completa se registra un endeudamiento total de las Provincias de Neuquén, Mendoza, Chubut, Córdoba, Salta, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires, Tierra del Fuego, La Rioja, Jujuy, Río Negro, y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por VN USD 12.336 millones, a un plazo promedio de 8,2 años”; de los cuales 700 millones corresponden solamente a Chubut en ese período.

Los demás endeudamientos en dólares de Chubut se habían tomado en 2010 durante la segunda gestión de Das Neves y correspondieron a dos emisiones de títulos públicos por 104 y 46 millones a 10 años; otras correspondientes a la gobernación de Martín Buzzi que se tomaron en los años 2013 y 2015 los BODIC 1 2019 y BODIC 2021 (a pagar en 6 años) por sumas que ascendieron a los 220 y 89 millones de dólares.

Al dasnevismo le corresponde en sus dos gestiones un endeudamiento de 850 millones de dólares y al buzzismo los otros 309 millones de dólares que hoy asfixian a Chubut con los vencimientos de las amortizaciones y los intereses. Para más detalles ver: https://www.elextremosur.com/seccion/deudachubut/

Cruzar el río

Esta semana el gobernador se reunió con los intendentes de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, y el de Trelew, Adrián Maderna. De ese encuentro surgió la confirmación de lo que viene planteando el EES desde hace casi un mes, allí se prometió que “en 90 días Chubut saldrá de la crisis”; todo sobre la base que Alberto Fernández “gire los fondos” entre diciembre y enero para cubrir los descalabros financieros de Chubut.

Sastre señaló al finalizar el encuentro que “son meses muy difíciles los que nos han tocado vivir y seguramente nos tocará transitar uno o dos meses más en los cuales hay que seguir sosteniendo esta situación pero hay un desendeudamiento cierto en la provincia en los próximos 60 días que va a permitir tener mayor oxígeno y poder cumplir con sus obligaciones”.

Mientras que Maderna apuntaló sus dichos agregando que “van a ser duros, principalmente estos 60 a 90 días, pero que se está haciendo el esfuerzo enorme para poder llegar a cumplir con los compromisos, y esto deben entender todos los sectores, desde el sindicalismo y la dirigencia política, de todos los actores que tienen la obligación de mantener la paz social y tener la posibilidad de que los chicos vuelvan a las aulas, que tengamos gestos, porque cada uno tiene que empezar a ceder ciertas cuestiones”.

Ambas declaraciones y las propias definiciones de Arcioni muestran con contundencia que la única política planteada por el gobernador es llegar “como sea” a fin de año y ahí esperar que se le vuelvan a abrir los grifos de fondos para poder cubrir los desequilibrios cotidianos de las cuentas públicas chubutenses.

No hay otro plan, “estamos esperando a que llegue Alberto y nos envíe un salvavidas” se asegura desde la Casa de Gobierno provincial, y la única propuesta que se hace es llegar a diciembre sin paros y con el pago en cuotas de los sueldos; pero también intentando conseguir todos los fondos que se puedan para “cruzar el río”.

El agujero negro

El gobierno de Arcioni es un barril sin fondo al que nada le alcanza, tiene un agujero negro por donde entran los fondos y se esfuman sin poder afrontar el pago de los salarios, las deudas con proveedores ni mantener en funcionamiento los servicios esenciales del Estado.

Desde la llegada Oscar Antonena al ministerio de Economía, la gestión provincial dispone de tres herramientas financieras con las que no contaba y ni siquiera así consiguió salir de la asfixia que pone a la provincia en crisis permanente y la seguirá ahorcando hasta que llegue la lluvia de fondos de F&F. Si es que llega, claro.

A fines de agosto consiguió que la Legislatura le apruebe la utilización por fuera de su destino de 15 millones de dólares (algo así como 900 millones de pesos al tipo de cambio actual) que estaban encajados en el BOCADE (Bono de Cancelación de Deuda) y que forman parte de los 84 millones de dólares del Fondo de Cuentas Oficiales (FUCO).

En paralelo y a finales del mes pasado efectuó una colocación de Letras del Tesoro por un monto de 500 millones de pesos, a un plazo de 56 días y una tasa de interés del 69%.

Movimientos de Antonena

Antonena sostuvo que en esta última semana consiguió acordar con Nación adelantos por 1.327 millones de pesos, los que se conforman por “500 millones de adelanto de coparticipación, recursos genuinos de la provincia del Chubut, 600 millones del fondo fiduciario, 127 millones del Fondo de Incentivo Docente, y 100 millones de adelanto del Tesoro Nacional, que es lo único que no vamos a tener que devolver”.

El gobierno nacional le venía pisando la cabeza al de Chubut por los motivos políticos ya explicados por el EES -basados en las elecciones anticipadas provinciales y el acompañamiento de la fórmula F&F (ver el artículo https://www.elextremosur.com/nota/21321)-; pero tras el ataque de la dirigencia petrolera a los docentes en las rutas y la disparada del conflicto a nivel nacional con un paro de CTERA que duró un día en todo el país le aflojó un poco la soga en el cuello.

Además, se sumó la posibilidad cada vez más rumoreada de recurrir a la emisión de una cuasimoneda en Chubut y eso complicaría aún más la crisis nacional junto a la falta de credibilidad de los mercados y el rechazo del FMI.

El gobernador salteño Juan Manuel Urtubey expresó en los últimos días que “Hay una situación de vulnerabilidad muy alta en las provincias argentinas. No tengas ninguna duda que en algunas provincias van a necesitar del mecanismo que sea para afrontar este chubasco”; y con eso ayudó de alguna manera a Chubut para conseguir los adelantos de fondos nacionales.

Pero a pesar de 900 millones de pesos del BOCADE, los 500 millones de nueva deuda y los 1.300 millones adelantados por Nación; el gobierno de Chubut sigue sin poder pagar los sueldos en tiempo y forma, estira los plazos de los pagos escalonados y ahora se propondría descontar los días de paro a los estatales en huelga y podrían ahondarse aún más la conflictividad e inclusive retornar los cortes de ruta.

La crisis no tiene miras de solución en los próximos meses y sólo existe un plan de sobrevivencia basado en dejar pasar el tiempo, que los estatales levanten los paros y esperar que la plata llueva como maná del cielo cuando asuma la fórmula Fernández & Fernández; un plan que parece poco serio y menos aún elaborado para sacar a Chubut de su virtual quiebra financiera para encontrar una perspectiva económica, tributaria y productiva sustentable en el tiempo. La deuda sigue siendo el verdadero agujero negro que carcome a la provincia, y lo seguirá haciendo por varios años más.

Fuente: El Extremo Sur


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