Dólar: Sandleris tiene menos poder de fuego del que tenía Sturzenegger para frenar una corrida

Según cálculos privados, las reservas netas actuales son u$s16.000 millones menores a las que había en abril del 2018, antes de la fuerte devaluación.

Todavía no mostró las cartas y seguramente esperará todo lo posible para hacerlo. La estrategia del Banco Central, ahora con el uso discrecional de los dólares que le permitió en forma inédita el FMI, no termina de convencer del todo al mercado.

Si bien hubo cierto efecto disuasivo desde que se anunció la medida hace una semana y media atrás, con un valor del billete mayorista que se iba a $46 y que finalmente termina cediendo 87 centavos hasta ayer, la real pelea contra el mercado aún no comenzó.

¿Lo será en la apertura de los mercados del viernes cuando se haya digerido el discurso de Cristina Kirchner en la Feria del Libro?

En el Central creen y repiten que el poder de fuego, más ahora con el libre albedrío del Fondo, será suficiente para detener las presiones dolarizadoras. Pero en el mercado no todos concuerdan.

Por un lado, y como tal destaca el último informe de Eco Go (la consultora de Marina Dal Poggetto), el nivel de reservas son limitadas. Si bien están en torno a los u$s68.000 millones, cuando se netean por los encajes correspondientes a los depósitos en dólares, el swap con China, los préstamos de Basilea y los dólares del FMI desembolsados, pero que aún no se usaron para pagar deuda, las reservas de libre disponibilidad se ubican en torno a u$s20.000 millones. ¿Es aún un nivel relevante?

En parte sí, pero como destaca Eco Go, es sustancialmente menor a lo que tenía el BCRA de Federico Sturzenegger antes de que le estallara la corrida del 2018 (el 24 de abril del año pasado).

Para ese entonces, la gestión del ex mano derecha del Presidente tenía u$s35.800 millones a disposición para utilizar en forma neta. O sea, Guido Sandleris dispone ahora de u$s16.000 millones menos de los que tenía Sturzenegger para frenar al dólar en el crucial año electoral.

Aunque también hay u$s39.000 millones más de deuda con el FMI, de los cuales u$s14.000 millones aún no fueron utilizados para pagar la deuda.

Cuando se miran los usos desde que arrancó la corrida, según datos de la consultora, u$s25.000 millones fueron a financiar la fuga de capitales, u$s7.500 millones a financiar el desarme de las inversiones de portafolio (dólares que habían entrado durante los primeros dos años de gestión para comprar Lebacs) y sólo u$s7.000 millones de cancelación de deuda en dólares.

“En este sentido, si la incertidumbre política sigue escalando y el BCRA entra en una dinámica de venta de reservas, la percepción de pérdida de poder de fuego del BCRA frente al escaso nivel de reservas netas de partida podría derivar en una escalada de las expectativas de devaluación y en una mayor presión cambiaria”, alerta Eco Go.

En la misma línea está BNP Paribas, uno de las entidades internacionales más pesimistas con la evolución del peso argentino. Dicen que su principal preocupación es que el Gobierno esté subestimando la reacción de los agentes económicos.

Y acotan que las reservas disponibles del Central empatarían con el nivel de dolarización que podría llevarse a cabo, por lo que se mantienen con tendencia negativa con la moneda local.

“Además, quemar reservas rápidamente hará que las necesidades financieras sean más desafiantes, impactando en el riesgo del crédito y de ahí hacia adelante golpeando las expectativas de depreciación”, reafirma BNP Paribas.

Pero no todos tienen el mismo nivel de incertidumbre. Desde Econviews, la consultora que dirige Miguel Kiguel, son más optimistas con el arsenal en disposición del Central.

“Podríamos considerar a las reservas netas proyectadas en torno a los u$s23.300 millones como un monto referencial y conservador para posibles intervenciones en el mercado cambiario”, dice. Y agrega que si la munición no fuera suficiente, quedan dos balas de plata.

-La primera, es que el FMI podría flexibilizar la venta de dólares del Tesoro -actualmente son u$s60 millones diarios por un total de u$s9.600 millones- y sumarla al cajón de recursos disponibles para la intervención discrecional.

-La segunda, es que los fondos del swap de monedas con el Banco Central Chino podrían ser utilizados transitoriamente para contener la variación del tipo de cambio.

Kiguel cree que si bien el tamaño del arsenal del que dispone el Banco Central es importante, es probable que el mercado ponga a prueba la voluntad del Banco Central de utilizar las reservas internacionales en las próximas ruedas.

“En nuestra opinión, las reservas no deberían ser utilizadas para defender un valor determinado del tipo de cambio nominal, sino limitarse a moderar la volatilidad cambiaria”, sugiere.

En el Banco Central son claramente optimistas con la futura pulseada por el dólar. Y se arriesgan a vaticinar que la foto actual es bastante distinta a lo que ocurrió el año pasado.

Dicen que la dolarización en 2018 representó aproximadamente 12% del total de activos en pesos. Ajustando por la dolarización ya ocurrida, una cifra equivalente para el resto de 2019 representaría aproximadamente u$s7.000 millones (algo financiable). Y además:

-Las familias ya han dolarizado su riqueza (93% hoy contra 83% a comienzos de 2018).

-La demanda transaccional de pesos está en su mínimo histórico (pero lejos de cero).

-Los bancos y otras instituciones del sector financiero tienen restringida su tenencia de dólares.

-Las tenencias de activos en pesos a corto plazo (con vencimiento dentro del año calendario) por parte de no residentes fueron más de u$s20.000 millones en 2018 comparados con alrededor de u$s5.000 millones este año.

La tesis oficial será puesta a prueba con el correr de las semanas. Todo empezará a tomar más calor en junio con las candidaturas blanqueadas. O quizás antes si, como se cree, la presentación del libro de CFK dispara oficialmente la candidatura de la ex mandataria.

Lo cierto es que el dólar está inmerso en el trajín electoral. Que tanto se adelanten las definiciones políticas marcará el inicio del test formal del mercado a la artillería de Sandleris.

Fuente: iProfesional


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