Desbarrancaron los frágiles activos argentinos ante la escalada Trump-China

Los mercados globales se desplomaron ayer ante los temores que despertó el recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Con la fragilidad política y económica local inalterada, los activos argentinos sufrieron un duro castigo: las acciones de empresas nacionales que cotizan en Wall Street se hundieron hasta 7,7% y los bonos en dólares, hasta 2%. Así, el riesgo país se disparó 5% hasta los 943 puntos básicos y el valor de los seguros contra default volvió a superar las 1.200 unidades.

El gigante asiático respondió a las barreras impuestas por el Gobierno de Donald Trump con la misma moneda: Xi Jinping anunció nuevos aranceles a productos estadounidenses valuados en u$s60.000 millones. Tras la decisión, el presidente norteamericano advirtió que con la respuesta de China “las cosas sólo van a empeorar”. El nuevo round entre las principales potencias diluyó las expectativas de resolución del conflicto desatado por el intento del mandatario republicano de equilibrar una balanza comercial bilateral desfavorable para Estados Unidos. El efecto: los índices líderes de Wall Street perdieron entre 2,5% y 3,5%.

La reacción de los fondos especulativos fue de manual: una salida masiva de los activos de riesgo que impactó en los mercados emergentes. El coletazo golpeó con particular fuerza las endebles finanzas argentinas, debilitadas por los temores de default durante el próximo mandato cuando vencerán casi u$s150.000 millones de deuda y por una economía que no logra salir del pozo recesivo.

En ese marco, los capitales extranjeros abandonaron los principales títulos en dólares. El Bonar 2024 cayó 2%; el Bonar 2037, 1,9%; y el Bonar 2020, 1,8%. Como correlato, el riesgo país -el indicador de confianza que mide el JP Morgan- se disparó 4,9% hasta los 943 puntos básicos y se acercó a los guarismos récord del Gobierno de Cambiemos marcados en abril. En lo que va de 2019 pegó un salto del 18% y en términos interanuales, del 104%.

Este nivel denota la imposibilidad de acceso al crédito privado, una necesidad imperiosa en un modelo que se sostuvo a base de un fuerte proceso de endeudamiento externo. Con mercados que descuentan una renegociación de la deuda, se aceleró la demanda de seguros contra default a cinco años, que ayer subieron 70 puntos y cerraron en 1.207.

Las acciones argentinas también derraparon, tanto en la Buenos Aires como en Nueva York, pese a que MSCI recategorizó ocho papeles nacionales en el índice de “Emergentes” (ver aparte). Algunas de los reclasificados, como los bancos Macro y Francés y Pampa Energía, estuvieron entre los ADR más golpeados, con caídas del 8,1%, 4,1% y 4,1%, respectivamente. “El ingreso de nuestro país al lote de los emergentes no sirvió para mejorar las expectativas sobre la economía argentina”, dijo el economista Sergio Chouza.

En tanto, el S&P Merval cayó 3,3% a 32.300 puntos, arrastrado por las caídas argentinas en Wall Street aunque amortiguado por la suba del precio del dólar. Banco Macro (7,3%), Cresud (6,8%) y Cablevisión (6,2%) protagonizaron las mayores bajas.

Pero este derrape augura nuevas tensiones. El analista Gustavo Ber aseguró que los inversores tienen “un ojo en la política y el otro sigue dirigido a la marcha cotidiana de los termómetros financieros como el dólar y el riesgo país, y ahora también las reservas”.

Fuente: BAE Negocios


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