Cuidar bien o “humanizar” nuestras mascotas

En los últimos años es más común ver cómo las personas tratan como humanos a sus mascotas, especialmente a los perros. Les celebran el cumpleaños, los pasean en carruaje, los visten y tratan de interpretar sus emociones desde una perspectiva humana.

Estas prácticas han hecho resurgir un antiguo concepto: el antropomorfismo (del griego ἄνθρωπος «anthrōpos», «hombre», y μορφή, «morfē», «forma») ​ ​ es la atribución de características y cualidades humanas a los animales de otras especies, objetos o fenómenos naturales. Es considerada una tendencia innata de la psicología humana.

Cuando se le atribuyen acciones humanas a un can rompe con la interacción hombre-perro que se formó desde hace 20 mil años. Además, introducir a un animal a un esquema que no es parte de su esencia afecta su perspectiva y es incapaz de procrear porque no ve a los demás de su especie como sus pares.

Investigadores de la UNAM México señalan que esta corriente, de humanizar a los perros, incrementó por el consumismo e individualismo y que es el resultado del aislamiento personal, la inseguridad y la cibercomunicación.

Desde el centro de entrenamiento profesional de animales Cooldog, expresan que la humanización de las mascotas se da por querer sobreprotegerlos, como recompensa porque llenan un vacío emocional que, en su mayoría, estos son duelos no resueltos. Estas personas tienen el afán de comprender las emociones del animal, pero lo hacen de forma errónea porque pretenden encontrar un equivalente entre sus acciones y las del humano.

Las mascotas son parte de la familia y deben tratarse como tal, respetando sus necesidades biológicas. (Foto Prensa Libre: Servicios).

“Tener duelo no hace referencia solo a la muerte de una persona, cualquier pérdida causa este sentimiento. Mi experiencia me ha permitido ver que personas con problemas como infidelidad, violencia intrafamiliar o falta de atención por parte de su pareja o de sus padres acostumbran a humanizar a sus mascotas. Pero lo hacen porque los animales llenan ese vacío emocional que les causa dichas problemáticas”, comentan los investigadores.

Los profesionales consideran que son más las personas que humanizan a sus mascotas por sus deseos de cuidarlos bien y expresarles amor y cariño, pero la falta de información y educación hacia las necesidades de la especie los hacen sobreprotegerlos y omitir los requerimientos biológicos que deben dárseles.

¿Perros vs. Hijos?

El estudio de la UNAM anuncia que la relación entre perro y humano se hizo más estrecha cuando comenzaron a compartir actividades de cacería, el alimento y territorio. A partir de ese momento el hombre promovió la formación de animales dóciles, obedientes y serviles.

Actualmente es común escuchar que varias personas piensan no tener hijos y mejor adoptar una mascota o, también, considerarlas parte de su familia y llamarlas “perrhijos”. Por ejemplo, desde el año 2000, varios jóvenes mexicanos han preferido adoptar animales que tener hijos. Acción que ha disminuido el número de nacimientos en México, según reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Muchos consideran que no se puede comparar a una mascota con un hijo humano, ya que el amor de madre o padre es mayor que el que se le tiene un animal. El informe concuerda en que los perros no son sustitutos de ellos, sin embargo, estos son seres que dependen de la familia humana al 100 por ciento, por lo que llegan a ser responsabilidad e hijos de otra especie.

Si saca a pasear a su perro, permita que camine, ya que le hará bien a su salud y es parte de sus necesidades biológicas. (Foto Prensa Libre: Servicios).

La palabra hijo, de acuerdo con la profesional, engloba compromiso, amor, cuidado y responsabilidad. Quizá por eso muchos confunden en que las mascotas pueden sustituir a un hijo humano. “Perrhijo” hace referencia a que la persona trata a su animal como si lo fueras decir que lo lleva al doctor, conoce sus necesidades de especie y se preocupa por cubrirlas, lo lleva a pasear y le permite desarrollar una vida sana como lo que es, perro, gato u otra especie.

Para el estudio lo ideal es diferenciar entre cuidarlo bien o humanizarlo, al punto de no cubrir sus necesidades como especie.

Prácticas comunes de humanización

Si se cuestiona cómo saber si las acciones que tiene con su perro equivalen al antropomorfismo, las profesionales comparten las acciones más comunes que las personas practican.

  • Vestirlo cuando el perro no lo necesita.
  • Pasearlo en carruaje, sin que el perro tenga alguna discapacidad o impedimento físico.
  • Cargarlos para evitar que tenga contacto con otros perros.
  • Interpretar sus estados emocionales o necesidades fisiológicas desde una perspectiva humana.
  • Creer que el can le tendrá rencor o se vengará por dejarlo todo el día solo. Cuando sale a trabajar y al regresar a casa encuentra alguna travesura esta no fue porque el perro tomó represalias, sino que puede existir algún problema de ansiedad por separación o se siente aburrido y tiene mucha energía que gastar.
  • Bañarlo excesivamente (más de una vez al mes).
  • Ponerle perfumes o lociones que alteran su olor natural. Para los animales es importante conservar su olor natural porque es parte de su comunicación.
  • Celebrar los cumpleaños o hacerlos parte de eventos como bodas.

Contesta la encuesta “nuestras mascotas” que generamos para conocer diversos aspectos de la relación entre mascotas y humanos en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly – Chubut – Patagonia Argentina.

Encuesta Aquí: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeY_RUNfL2rYp5gfxiBDssRHmXKYmRVjcGZsMeIlpjRNKpy_Q/viewform?usp=sf_link

Fuente: www.prensalibre.com – Humanizar a los animales la nueva tendencia canina